"El sacrificio de las vidas de estos claretianos fue la semilla de un cristianismo más fuerte y más consciente de la Verdad del Evangelio. Nos invitan a permanecer fieles a nuestra identidad cristiana", reflexionó Amato, junto al nuncio Renzo Fratini, unos 30 obispos de todo el mundo y más de 300 sacerdotes, en el templo emblemático de Barcelona.
El cardenal y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Amato, presidió la beatificación a 109 mártires claretianos asesinados entre 1936 y 1937 durante la persecución religiosa de la Guerra Civil Española, celebrada en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, junto al nuncio Renzo Fratini, unos 30 obispos de todo el mundo y más de 300 sacerdotes, el 21 de octubre pasado. Fue la mayor beatificación conjunta de una misma congregación en la historia de la Iglesia.

Amato destacó el testimonio de los religiosos, que frente al intento de aniquilar el cristianismo en el país ibérico, respondieron con el perdón a sus enemigos. "Frente al diabólico tsunami de la persecución, los 109 religiosos claretianos reaccionaron con la eficaz arma de la caridad y del perdón. Nos invitan a no tener miedo y permanecer fieles a nuestra identidad cristiana, más aún, a sentirnos orgullosos de ella. El sacrificio de las vidas de estos claretianos fue la semilla de un cristianismo más fuerte y más consciente de la Verdad del Evangelio, que enseña a amar a los amigos y también a los enemigos, porque la única venganza del cristiano es el perdón de los enemigos", reflexionó.

Precisó que ese período de la historia de España "fue una virulenta epidemia de muerte y destrucción", pero que "hizo emerger el coraje de miles de mártires, hombres y mujeres cuya sangre se ha convertido en la savia del dinamismo de la Iglesia española actual". Actualmente los claretianos, fundados por San Antonio María Claret en 1849 en Vic, están presentes en 63 países, con 3.100 religiosos, 2.100 sacerdotes y más de 20 obispos.