En el trascurso de una conferencia sobre la persecución de los cristianos en Iraq, patrocinado por Ayuda a la Iglesiaecesitada, Parolin afirmó que quienes no estén de acuerdo con el Papa son libres de expresarse, «pero en esos asuntos uno debe razonar y encontrar formas de entendernos mutuamente», después de recalcar que «es importante dialogar incluso dentro de la Iglesia».

También esta semana el Cardenal Müller, Prefecto Emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sugería un debate con respecto a las interpretaciones contradictorias de Amoris Laetitia.

La «Corrección filial» es una carta de veinticinco páginas que enviada al Papa Francisco el pasado 11 de agosto y se hizo pública el 24 de septiembre en razón de la ausencia de respuesta del Santo Padre. Originalmente fue firmada por 40 sacerdotes y académicos, aunque en el momento de la publicación obtuvo más adhesiones llegando a 62. Es una iniciativa independiente de los dubia presentados por cuatro cardenales hace un año y que tampoco han tenido respuesta del Santo Padre

En junio de 2017 los cuatro cardenales también hicieron pública la petición formal de poder reunirse con el Papa Francisco que había sido solicitada en abril:

«Hemos tomado la decisión de pedirle respetuosa y humildemente una audiencia, si le parece bien a Vuestra Santidad. Adjuntamos, como es costumbre, una Hoja de Audiencia en la que indicamos los dos puntos que deseamos discutir con usted.»
En la espera, de los cuatro cardenales que solicitaban audiencia han fallecido dos Joachim Meisner y Carlo Caffarra.