Francisco, antes de antes de comenzar el Año Jubilar Calasancio –que se está celebrando en 2017 al cumplirse los 400 años del nacimiento de las Escuelas Pías como congregación y los 250 de la canonización de san José de Calasanz–,aseguraba en una carta enviada al prepósito general de los Padres Escolapios, Pedro Aguado, que «la predicación de Jesús debe ser llevada a todos los pueblos y todas las naciones». «La sociedad pide ser transformada de acuerdo con los valores del Evangelio». «Los niños y jóvenes necesitan que se les distribuya el pan de la piedad y de las letras, los pobres siguen llamándonos y convocándonos».
«Este, y no otro, queremos que sea nuestro mensaje de felicitación en este día de fiesta calasancia», explican desde la Orden.
En este mismo sentido, en el mensaje de la Congregación General se pide renovar el compromiso personal «con la misión, nuestra vocación educadora, nuestra identidad religiosa, nuestra búsqueda de fidelidad». «Digamos nuevamente un sí confiado y comprometido con el extraordinario proyecto que Dios inspiró a Calasanz y que sigue cambiando la vida de tantos niños y jóvenes».
El mensaje, fechado en Roma el 25 de agosto de 2017 y que lleva por título “Educar, Anunciar, Transformar”, culmina con la petición a Dios para que «les conceda vivir aquellas disposiciones que hicieron santo a Calasanz».