Estamos asistiendo, con estupor y asombro, a una sociedad cada día más enferma, controlada por fanáticas a las que acuñaron el nombre de feminazis. Todo ello, con apoyo de medios discriminatorios, que basan su audiencia en el morbo y una bestial carencia de ética y valores.
Yo no he acuñado el término feminazis, ni me gustan los apodos ni sobrenombres. De todos modos, creo que su actitud se acerca al más puro nazismo y autoritarismo, que raya en la inhumanidad y el nulo respeto al otro.
Antena 3 no cuenta con nuestras opiniones profesionales y experiencia, que nos permiten diferir con argumentos. Lleva a una María Salmerón, afín a Juana Rivas, maleducada, inculta en multitud de aspectos que desconoce. Y es comentarista. Me pregunto dónde quedó la moral ante tantas incongruencias. Ni conoce términos de la abogacía, ni de la psicología, ni de nada, excepto su fanatismo, y la osadía de retar a quién si sabe lo que ella desconoce.
El odio al sexo masculino y la generalización de todo hombre como maltratador es patología, frustración y complejo
Hoy, una mujer del mismo grupo, dice que está desolada porque hay mujeres que defienden a los hombres. Este odio al sexo masculino y la generalización de todo hombre como maltratador es patología, frustración y complejo. Ni todos los hombres son maltratadores, ni todas las mujeres maltratadas.
Seamos serios y no pidamos respeto cuando no lo damos, ya que éste es mutuo en un estado de derecho. Y hay unos menores que necesitan un hombre y una mujer para ser creados. No nacen del viento, igual que necesitan el amor y la protección de un padre y una madre, ambos en igualdad.
Este fanatismo y odio en las madres hacia el hombre genera desequilibrios emocionales en el menor
Este fanatismo y odio en las madres hacia el hombre genera desequilibrios emocionales en el menor, que adoptan como conducta la agresividad y el enfrentamiento al interiorizar que se les hizo daño y hay que enfrentarse al causante del mismo. Y patologías más fuertes como paranoias y ver peligros donde no los hay, un estado de alerta innecesario.
Impedir y luchar contra cualquier tipo de maltrato sea a la mujer, al menor, al hombre, al anciano, al ambiente en el que vivimos. Impedir a un hijo el amor de un padre es maltrato y es alienación parental. Y los medios colaborando en esta barbarie y sinrazón, sin importarles destruir al menor y su equilibrio, no importando si una denuncia es falsa o no, con defensas de forma unilateral destruyendo la objetividad.
Mal panorama y los políticos de brazos cruzados. Yo soy mujer, muy mujer y respeto y necesito al hombre en mi vida, en mi trabajo, en mi equipo, y somos muchas amigas, las que debemos unirnos en el respeto al ser humano sin discriminación.
La sociedad te proporciona cavernas tibias y cómodas para acurrucarte con tus compañeras tocando los tambores y aullando con un grupo patológico y fanático. Sal de las cavernas y enfréntate a la verdad. El camino no es el rechazo al hombre, sino caminar a la par.