En la misiva, firmada por la plenaria episcopal, se denuncia "la grave situación que sacude los cimientos del país", al tiempo que los obispos se comprometen a "aportar luces y señalar caminos de solución, desde nuestra condición de pastores, que caminamos con el pueblo, al que pertenecemos, acompañando y consolando particularmente a los familiares de las víctimas y a los más pobres y afligidos"
Los obispos están convencidos de que si está en el ánimo de Maduro "resolver la grave crisis de escasez alimentaria, de medicinas, y de inseguridad, que está causando incontables víctimas, particularmente entre niños y personas mayores en todo el territorio nacional", es urgente, cumplir con tres condiciones.
La primera, "reconocer la autonomía de todos los poderes públicos y trabajar conjuntamente con ellos, particularmente con la Asamblea Nacional y la Fiscalía General de la República".
La segunda, "retirar la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente"; la tercera, "asumir e implementar los acuerdos que se alcanzaron en la primera ronda de diálogo con la oposición".
A su vez, el Episcopado recuerda a Maduro que el Papa Francisco "ha estado siguiendo con gran preocupación la situación que vive nuestro pueblo venezolano y nos ha dirigido en repetidas oportunidades, alentadoras palabras de solidaridad".