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Trump se negó a asistir a la tradicional cena de fin de Ramadán
28 - 06 - 2017 - CULTURA - Política

Es la primera vez en 20 años ininterrumpidos que un presidente declina la cita organizada por la Casa Blanca. Incluso los honró George W. Bush tras el 11 de septiembre. Esta vez, Trump envió un comunicado con "calurosos saludos" por Eid-al-Fitr. Por otra parte la Corte autorizó a Trump a vetar el ingreso desde seis países islámicos,dicho fallo fue calificado por el presidente como una "victoria".(El País-Clarín)

Cuando Donald Trump no se comunica por Twitter, lo hace por gestos. Sonoros y fáciles de entender. Como el que lanzó este domingo a la comunidad musulmana al negarse a asistir a la tradicional cena de fin del Ramadán. Es la primera vez en 20 años que un presidente deja de acoger esta cita oficial, a la que acudían políticos, diplomáticos e importantes representantes del islam. Incluso tras los atentados del 11-S, George W. Bush asistió para demostrar que el combate de EE UU era contra el terrorismo y no la religión.

Como sustitutivo del acto, el mandatario republicano hizo público un escueto comunicado lleno de buenas palabras. "En nombre del pueblo de Estados Unidos, Melania y yo enviamos calurosos saludos a los musulmanes mientras celebran Eid al-Fitr. Durante estas fiestas recordamos la importancia de la misericordia, compasión y la buena voluntad. Junto con los musulmanes del mundo, Estados Unidos renueva su compromiso para honrar esos valores”. Poco más.

La decisión de romper con la cena, que se ofreció por primera vez en la Casa Blanca en 1805 con Thomas Jefferson, es entendida como una señal. El Ramadán, el mes de ayuno musulmán, posee un enorme simbolismo. Pese a ello, el propio jefe de la diplomacia, Rex Tillerson, rechazó celebrar el ágape que anualmente ofrecía su Departamento de Estado. Ahora le ha seguido el presidente marcando una línea clara. “Es un mensaje de que los musulmanes no importamos aquí. El presidente tiene tiempo para jugar al golf pero no para atender a quienes le necesitan”, afirmó a Newsweek el imán Talib Sharif, de la gran mezquita de Washington.

La acritud del gesto ha traído a la memoria, aunque muy aplacada, la islamofobia original de Trump. Cuando era candidato sostuvo públicamente que el islam odiaba a Estados Unidos y pidió el “cierre total y completo” del país a los musulmanes. Nada más llegar al poder intentó poner en práctica sus descabelladas ideas con un veto migratorio a siete países. Los jueces, tras una gigantesca movilización ciudadana, lo paralizaron. Ahora, sin embargo, accedieron a revisar su legalidad. Mientras, rige desde el jueves la veda a personas de seis países musulmanes que no puedan probar su buena fe en la relación con EE.UU.

El Fallo de la Corte autoriza el veto migratorio

La Corte Suprema de Estado Unidos permitió el lunes que el decreto migratorio de Donald Trump entre en vigor parcialmente. La norma empezará regir el jueves, en un fallo calificado por el presidente como una "victoria".

"Como presidente, no puedo permitir gente en nuestro país que quiere hacernos daño", dijo Trump en un comunicado. "Quiero gente que ame a Estados Unidos y a todos sus ciudadanos, y que sean trabajadores y productivos".

Trump dijo que la decisión, que permite al Gobierno prohibir el ingreso a migrantes sin vínculos probados con Estados Unidos de los seis países afectados por el veto, le permitirá "utilizar una importante herramienta para proteger la seguridad de la nación".

En tanto, el tribunal aceptó escuchar en octubre los argumentos sobre la legalidad del decreto, que prohíbe el ingreso a Estados Unidos a ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.

El decreto de Trump, firmado en marzo, había sido trabado por al menos dos juzgados, lo que impulsó al gobierno a elevarlo a la Corte, que hoy aceptó tratarlo.

"La revisión ha sido garantizada", determinó hoy la máxima instancia judicial de Estados Unidos en una notificación judicial.

De esa forma, el Tribunal Supremo aceptó estudiar durante su próximo término judicial (de octubre de 2017 a junio de 2018) la legalidad del veto migratorio del presidente, bloqueado por dos tribunales que consideraron que Trump abusó de su poder y que esta medida discrimina a los musulmanes como minoría religiosa.

En tanto, el decreto puede comenzar a ser aplicado lo que supone una victoria para el mandatario republicano, quien la ha defendido reiteradamente por motivos de seguridad nacional pese a las críticas.

El máximo tribunal estadounidense precisó que dejó protegida una categoría de extranjeros, aquellos "con un reclamo creíble de una relación de buena fe con una persona o entidad en Estados Unidos". Esto permite al gobierno prohibir el ingreso a migrantes sin vínculos probados con Estados Unidos.

Trump dijo la semana pasada que la prohibición surtiría efecto 72 horas después de ser aprobada por los tribunales. Es es el jueves.

El gobierno de Trump dijo que la prohibición era necesaria para permitir una revisión interna de los procedimientos de selección para solicitantes de visa de esos países. Esa revisión debería estar completa antes del 2 de octubre, el primer día en que los jueces pudieran escuchar argumentos en su nuevo mandato.

Se trata de una batalla jurídica de gran trascendencia desde que Trump anunció la medida apenas una semana después de su llegada al poder. Trump considera la medida crucial para evitar la comisión de ataques terroristas en suelo estadounidense.

Trump pretende impedir la llegada de esos nacionales durante 90 días para que su gobierno pueda revisar los procedimientos de inspección a las personas de esos países que soliciten visa.

Los detractores aseguran que la medida dirigida específicamente contra los islámicos viola una ley federal y la Constitución, y se debe al compromiso de campaña de Trump de impedir a islámicos ingresar en Estados Unidos.

Cortes federales de menor instancia han coincidido a la fecha en bloquear esa restricción. Un tribunal también bloqueó una medida que suspende 120 días la llegada de refugiados a Estados Unidos.