El gesto devocional se inscribe en el cuadro del centenario de las apariciones de Fátima (1917), durante las cuales la Santísima Virgen había pedido en modo explícito la consagración de Rusia a su Corazón Inmaculado.
“A través de este acto de consagración, que la Iglesia maronita renueva por quinto año consecutivo -explican en el patriarcado- el cardenal Béchara Raï pondrá al Líbano y a los países de Medio Oriente bajo la protección de la Santísima Virgen”. La primera vez que se realizó esta consagración fue en junio de 2013, respondiendo a una solicitud del Sínodo de Oriente Medio que se realizó en el Vaticano en octubre de 2012, bajo la guía del papa emérito Benedicto XVI”.
Monseñor Antoine Belloni, consejero general del comité para la consagración, explicó “que la consagración del país debe ir unida a la consagración personal y familiar, el compromiso de rezar diariamente el Santo Rosario, el compromiso sincero de conversión así como las prácticas de la oración y el sacrificio para redimir a las almas en peligro de condenación”.
En los últimos cuatro años, durante el mes de junio, el patriarca Rai presidió liturgias de consagración del país de los cedros y de todo Oriente Medio al Corazón Inmaculado de María, en el santuario mariano de Harissa en el Líbano. En esas ocasiones, durante el acto de consagración solemne, se rezó siempre con el fin de que todos los pueblos de la región se viesen liberados del flagelo de las guerras y de la violencia.