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Pakistán... Indonesia. El islam intolerante se difunde
15 - 05 - 2017 - INTERRELIGIOSO - Musulmanes

Desde hace tiempo se están multiplicando en Indonesia (1er puesto en el mundo de mayoría islámica) las señales que indican que está ganando terreno un islam fanático y agresivo, presionado por las corrientes wahabitas, los Hermanos Musulmanes y el Isis. Emblema de esta actitud es el cristiano de origen chino Basuki Tjahaja Purnama, llamado "Ahok", gobernador saliente de Jakarta, condenado por blasfemia. Pakistan (2do puesto en número de musulmanes) tiene en Asia Bibi su más conocido ejemplo de intolerancia.(Sandro Magister-Settimo Cielo)

Indonesia está en el primer puesto del mundo por número de musulmanes, 230 millones de los 260 que forman el total de la población. Pero también los cristianos son bastante numerosos, el 9 por ciento del total, de los cuales un tercio, ocho millones, son católicos.

Se dice que entre las dos comunidades las relaciones sean insólitamente pacíficas. Uno de los más celebres teólogos islámicos indonesios, Nurcholish Madjid (1939-2005), teorizó que el paraíso es para todo el que se abandone al Absoluto y, por lo tanto, no sólo para los musulmanes, sino también para los cristianos, judíos, hinduistas y budistas. Y otro gran líder islámico, Abdurrahman Wahid, presidente del país entre 1999 y 2001, era un convencido defensor de la filosofía de estado denominada "Pancasila", según la cual Indonesia pertenece a los indonesios independientemente de su afiliación religiosa.

Tenía, entonces, buenos motivos el jesuita nacido en Alemania Franz Graf von Magnis, naturalizado indonesio con el nombre de Franz Magnis-Suseno, cuando le puso el título de: "Islam y cristianismo, el modelo es Indonesia", a la "lectio magistralis" que impartió recientemente en la Universidad Católica de Milán y que ha sido publicada en el último número de "Vita e Pensiero".

Sin embargo, desde hace tiempo se están multiplicando en Indonesia las señales que indican que está ganando terreno un islam fanático y agresivo, presionado por las corrientes wahabitas, los Hermanos Musulmanes y el Isis.

Desde 2002, en el norte de la isla de Sumatra, en la provincia de Aceh, está plenamente en vigor la sharia, la ley coránica; hay además un cuerpo de policía religiosa y se aplican castigos corporales.

Pero también en zonas que tienen fama de ser moderadas, como las islas de Java y Bali, la intolerancia musulmana está aumentando cada vez más. Una fuente independiente como el Wahid Institute, nombrado así en honor del ex presidente, ha constatado que en 2016 aumentaron, respecto al año anterior, en un siete por ciento las violaciones a la libertad religiosa, con picos no sólo en Aceh, sino también en Java y en la capital Jakarta.

Es un diagnóstico sobre el que están de acuerdo los autores del informe anual sobre libertad religiosa en el mundo, promovido por la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada. Según esta organización, Indonesia será la próxima "new entry" en el grupo de las naciones musulmanas más intolerantes.

La confirmación más clamorosa de este cambio de ruta es muy reciente: la condena a dos años de cárcel infligida el 9 de mayo al cristiano de origen chino Basuki Tjahaja Purnama, llamado "Ahok", gobernador saliente de Jakarta y hasta hace poco candidato con grandes posibilidades, y altos índices de popularidad, a la presidencia del país.

La acusación es haber ofendido la religión musulmana en un comicio del pasado mes de septiembre para la reelección a gobernador, durante el cual Ahok contestó como no coránica la tesis de un rival, según el cual el islam no permite a un no musulmán gobernar a los musulmanes.

Tras estas declaraciones siguieron la denuncia y el proceso, pero sobre todo la movilización de las alas más intolerantes del islam indonesio, que han tenido una gran influencia sobre el resultado de las elecciones –con la derrota de Ahok y la victoria de un musulmán radical, Anies Baswedan, como nuevo gobernador de Jakarta–, como también sobre la sentencia del proceso, más dura de lo que pedía la fiscalía. Por no hablar de la desaparición de toda posibilidad de que Ahok suceda como presidente de Indonesia a Joko Widoda, del que ha sido pupilo y vice-gobernador en Jakarta.

Con este suceso paradigmático Indonesia se acerca peligrosamente a los niveles de intolerancia de Pakistán, segundo país en el mundo por número de musulmanes, 180 millones.

También en Pakistán hay un caso emblemático análogo, el de la cristiana Asia Bibi, humilde madre de familia, condenada a muerte en 2010 por blasfemia, en celda de aislamiento desde entonces y en espera de un último recurso ante el tribunal supremo que, presionado por organizaciones islámicas radicales que amenazan de muerte a quien se atreva a defender o a absolver a la mujer -como ya ha sucedido con sus dos valientes defensores y mártires, el cristiano Shahbaz Bhatti, ministro de las minorías, y el musulmán Salmaan Taseer, gobernador de Punjab-, pospone continuamente la sentencia.

Para más detalles sobre el caso de Asia Bibi y el increíble silencio del Papa Francisco sobre ella:

> Asia Bibi condenada a muerte por fe. Pero en el Vaticano su caso es tabú