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Papa copto: “Patriotismo e igualdad en contra de los extremismos”
28 - 04 - 2017 - IGLESIA - Africa

Ciudadanos, no minorías. Naciones, no sectas. Según Papa Tawadros II, Patriarca de la sede de San Marcos y guía de la Iglesia copto-ortodoxa, este es el antídoto en contra de ese extremismo que atacó el Domingo de Ramos dos iglesias en Egipto.(Rolla Scolari-Vatican Insider)

 Tawadros se encontrará en las próximas horas, en la mezquita de El Cairo de la Universidad de al Azhar, prestigiosa institución del islam sunita, con Papa Francisco, Bartolomé I, Patriarca de Constantinopla, y con el Gran Imán Ahmed al Tayyeb, en una reunión sin precedentes en el diálogo entre cristianos y musulmanes. En su residencia estiva, al sur de Alejandría, Papa Tawadros acoge a familias y a los fieles.

Su Santidad, ¿cuáles son el mensaje y el simbolismo de esta reunión de religiones?

Egipto es descrito en la historia como la Tierra de la paz, en el periodo faraónico, cristiano, islámico, moderno. Los egipcios viven alrededor del Nilo, beben sus aguas y obtienen de él una naturaleza de moderación. Por ello, Egipto estará muy contento de recibir el mensaje de paz que acompaña la visita del Papa de Roma.

¿Será una reunión de las religiones en contra del terrorismo?

Sin duda es un mensaje fuerte, aunque simbólico, porque no se combate el terrorismo solo con encuentros, sino con la activación de medidas colectivas. El terrorismo es un peligro para todos los países.

El encuentro se dará mientras el número de los cristianos de Oriente, que huyen de la violencia yihadista, disminuye. ¿Cuál es el papel de la Iglesia copta en este momento tan difícil?

Los cristianos volverán al Medio Oriente cuando la situación se estabilice: el ser humano no puede deshacerse de su nación. Aquí están nuestros monasterios, nuestras iglesias. Quienes dejan esta región dejan una herencia grande, pierden mucho. El de los coptos es un papel histórico.

En marzo, en al Azhar, usted habló de las responsabilidades de los líderes religiosos en la lucha contra el extremismo. ¿Qué significa?

La educación es clave para cualquier transformación. Hay elementos en los métodos educativos que no ayudan a reforzar las ideas de ciudadanía e igualdad. Purificar el método educativo, formar a los enseñantes. Esos son los primeros pasos que hay que dar. Hay que invertir en un método educativo patriótico, que ponga al centro la nación, no sectario.

Existe un gran debate en Egipto sobre la idea de ciudadanía como opuesta a la de comunidad religiosa. Puesto que está incluida en la Constitución, las minorías sufren. ¿Cómo se podría hacer efectiva?

Desde hace 60 años los coptos han sido excluidos de ciertos niveles de participación política. Después de las revoluciones de 2011 y 2013 hemos tratado de afrontar la cuestión de la ciudadanía con la nueva Constitución. En el parlamento hay 39 diputados cristianos (un número más elevado con respecto al pasado, ndr.). La presencia del presidente al Sisi en las Misas de Navidad demuestra que el Estado está buscando soluciones. Se aprobó una ley sobre la construcción de iglesias (el permiso para construirlas, muy difícil de obtener, estaba en manos del Estado pero ahora se ocupan de él los gobiernos locales, ndr.).

Entre los coptos hay algunos que han criticado la ley como si fuera un compromiso débil con el gobierno

Antes no existía ninguna ley, por lo que contar con una es ya un éxito. Para tener una respuesta del gobierno tenían que pasar 20 años. Ahora, 4 meses. La práctica demostrará la eficacia de la ley, y, si hay que modificarla, no tendré dudas.

Han pasado seis años de la revolución de 2011. ¿Qué ha cambiado?

Se trata de operaciones de reforma quirúrgica en el cuerpo de Egipto. La revolución de 2011 comenzó bien, pero después de tres días la robaron otros.

¿Quiénes?

Las fuerzas del Islam político que han querido gobernar Egipto: los egipcios aman la religión, pero no quieren ser gobernados por la religión. La revolución de 2013 abrió una nueva etapa.

No todos en Egipto estarían de acuerdo en definir la de 2013 como una revolución. Activistas y grupos de derechos humanos acusan a al Sisi de reprimir a los disidentes…

Fue una revolución popular, protegida por un ejército popular. Quienes hablan de la cuestión de los derechos humanos desde el extranjero hablan de un número limitado de personas en la cárcel después de haber afrontado procesos, pero se les olvida mencionar las enfermedades y la pobreza en el país. Además, ahora estamos en medio de una guerra contra el terrorismo, que exige medidas fuertes para alcanzar la paz.