El Santo Padre pidió más paz para un mundo “sometido a los traficantes de armas que ganan con la sangre de los hombres y mujeres” y vuelve sobre el concepto de ‘guerra mundial en trozos’, que se desarrolla hoy en el ajedrez geopolítico.
Esta se desarrolla –explicó al entrevistador– a través de una espiral de represalias que parecen interminables. De acuerdo al Papa, “la violencia no es el remedio” y responder a la violencia con violencia “conduce a migraciones forzadas y a enormes sufrimientos”, quitando recursos a los más necesitados y llevando incluso “a la muerte, física, espiritual, de muchos si no de todos”.
En la entrevista, Francisco habla también de la visita que realizaba a la cárcel de Paliano, el Jueves Santo. Y recuerda que todos somos pecadores, y puede ser que también prisioneros en la cárcel del individualismo y de la autosuficiencia. Y concluye indicando que “señalar a alguien que se ha equivocado no puede ser un pretexto para esconder las propias contradicciones”.