«Las noticias que llegan desde Berlín-expresó Marx- me han sacudido profundamente. La violencia en el mercado navideño es lo contrario de lo que los visitantes deseaban. Mi solidaridad va a las familias de los muertos y heridos. Rezaré por todos. En este momento difícil para la ciudad de Berlín y para nuestro país, es importante que permanezcamos unidos como sociedad y que estemos juntos».
El atentado contra el mercado de Breitscheidplatz, en el central barrio de Charlottenburg, Berlín, fue en uno de los mercados navideños más famosos de toda Alemania. Las imágenes y los hechos de ayer por la noche, cuando un camión con los faros apagados se arrojó contra los puestos del mercado y contra la multitud que estaba presente, provocando la muerte de por lo menos 12 personas y 50 heridos (30 de ellos en grave estado de shock), recuerdan la masacre del malecón Niza el pasado 14 de julio, que tuvo las mismas características.
El arzobispo de Berlín, monseñor Heiner Koch, invitó a todos los berlineses a unirse en oración a medio día para recordar a las víctimas del atentado de ayer. El arzobispo Koch se dijo «horrorizado» por las imágenes de muerte en el mercado navideño. Hoy, 20 de diciembre, a medio día, dirigirá una liturgia en la catedral de Santa Eduviges para recordar a las víctimas y a sus familiares. En el silencio y la oración, Koch expresará el luto de toda la población berlinesa. En su mensaje, el arzobispo agradeció también a las fuerzas del orden, a los médicos, paramédicos y voluntarios por sus esfuerzos tras el atentado. Por el momento las investigaciones siguen su curso, pero la policía federal confirmó hoy por la mañana la hipótesis de que se trató de un «acto voluntario terrorista».
A las 11.30 también se abrirá un registro de las condolencias en la Gedächtniskirche, la famosa «iglesia del recuerdo» evangélica que se encuentra en la Breitscheidplatz sede del mercado navideño atacado ayer por la noche. En el mismo lugar, a las 18, habrá una misa extraordinaria en memoria de los muertos y para insistir en el valor de la humanidad. «Esta iglesia es el símbolo de la agresión contra la humanidad», dijo a la ZDF el obispo Markus Droege de la «iglesia del recuerdo», compuesta por una parte nueva y otra vieja, que se conserva tal y como quedó después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.