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Nicaragua: la Iglesia pide frenar la represión contra campesinos
01 - 12 - 2016 - IGLESIA - América

El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua,Monseñor Silvio José Báez, OCD, condenó en términos severos la represión policial y militar que el gobierno de Nicaragua ha llevado a cabo contra cientos de campesinos de la zona central y sureste del país, quiénes este 30 de noviembre iban a realizar una marcha nacional contra el proyecto del canal interoceánico, así como la realización de nuevas elecciones generales con transparencia. (Religión Digital)

En contacto telefónico con la opositora Radio Corporación, el obispo Báez Ortega expresó que los obispos de Nicaragua siguen con preocupación los acontecimientos violentos sucedidos en el interior de la zona central del país, donde miles de campesinos se alistaban para marchar a Managua, pero fueron violentamente reprimidos por efectivos de la Policía Nacional de Nicaragua.

"En éstos momentos quiero invitarlos a todos a tener cordura y no dejarnos llevar por la violencia. Quiero manifestarles que desde anoche (hora local) los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua hemos estado en comunicación unos con otros, a pesar de los compromisos pastorales que todos tenemos en éste momento, estamos en comunicación y hemos estado en contacto directo con los líderes campesinos, con las personas que están en las zonas afectadas por los actos violentos y haciendo gestiones muy difícilmente con algunas autoridades del gobierno y de la Policía pero no nos resulta fácil", indicó el obispo Silvio Báez por vía telefónica.

Del mismo modo, Monseñor Báez aseguró a los radioescuchas que la Iglesia no es ajena a los sentimientos del pueblo, y que la jerarquía católica nicaragüense "no se desentiende" de los problemas sociales del país.

"Quiero que el pueblo de Nicaragua sepa que los obispos no nos hemos desentendido, desde ayer estamos pendientes y en comunicación unos con otros. Hicimos posible que el padre Rolando (Galván) de Nueva Guinea sacara (del lugar) al hermano campesino que estaba herido, a pesar que la policía muchas veces se lo impidió, lo logró sacar. Fue una gestión que hicimos desde acá Monseñor Pablo Smith (obispo del Vicariato Apostólico de Bluefields) y este servidor. Estamos pendientes de todo lo que ocurra", manifestó el obispo auxiliar de Managua, quién pertenece a la orden de los padres carmelitas descalzos.

Así mismo, finalizó su intervención enviando un mensaje a los efectivos de la Policía Nacional y del Ejército de Nicaragua, quienes usaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes.

 

"Desde los lugares donde nos encontramos, estamos rezando por Nicaragua, estamos siguiendo con atención lo que ocurre, y no le faltará al pueblo de Nicaragua nuestra cercanía, nuestro apoyo de pastores. En este momento, personalmente yo como obispo, como pastor en nombre del Señor, en nombre de Dios, le pido al gobierno, al Ejército y la Policía de Nicaragua que detengan toda represión y que respeten la Constitución Política para que estos campesinos puedan ejercer su derecho de movilizarse, expresar sus palabras de defensa de la tierra, el lago y la soberanía nacional. Intentemos todos conservar la paz de Nicaragua. Ya es hora de que convivamos como hermanos. Podemos encontrar salidas de diálogo, salidas civilizadas sin necesidad de derramar sangre de hermanos", finalizó su intervención radial el obispo Silvio José Báez.

Según reportes de diario La Prensa de Managua, la marcha campesina finalizó con un saldo de 20 desaparecidos, 12 detenidos, un herido de gravedad y varios campesinos heridos por balas de goma utilizados por los efectivos policiales contra la población civil desarmada que venía a la capital para exigir al gobierno la derogación del proyecto del canal interoceánico.

Por su parte Monseñor Jorge Solórzano, obispo de Granada y portavoz de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), zanjó su postura ante la represión del Ejecutivo contra el campesinado organizado.

"Que el pueblo luche por sus derechos, nosotros estaremos siempre a su lado. Nunca estaremos con los poderosos", aseguró el obispo Solórzano.

 

El contexto

En 2012, el presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra y su gobierno otorgaron al empresario chino Wang Jing la concesión para construir un canal interoceánico que atraviese el país centroamericano.

En junio de 2013 el gobierno de Nicaragua, presidido por el socialista Daniel Ortega Saavedra, aprobó en la Asamblea Nacional la controvertida ley 840, Ley especial para el desarrollo de infraestructura y transporte nicaragüense atingente a El Canal, zonas de libre comercio e infraestructuras apropiadas, que en su parte medular expresa que el Estado podrá expropiar cualquier propiedad que esté en la zona dónde estará el Canal Interoceánico y los sub-proyectos derivados de esta mega obra. Así mismo detalla que los montos que pagará el gobierno a los propietarios de los terrenos serán a precio catastral y no comercial. También extiende la concesión canalera por un periodo de cien años.

Debido a la opacidad con la que son llevadas las obras por los funcionarios de gobierno, campesinos cuyas propiedades están en las zonas donde pasará el Canal interoceánico se han unido en el denominado Consejo Nacional en Defensa de nuestra Tierra, Lago y Soberanía (CNTLS) para canalizar sus demandas, siendo la principal la derogación de la ley 840 por considerarla que cercena la soberanía nacional para favorecer al consorcio privado del empresario Wang Jing y los negocios de la familia del presidente Ortega.

El CNTLS ya ha marchado anteriormente en distintos puntos de la zona por dónde pasaría el canal sin mayores incidencias. Sin embargo, cuando el movimiento campesino quiere hacer una marcha nacional en la capital, son objeto de sabotajes por parte del gobierno.

"No vamos a dejar que nos atropellen, aunque nos limiten, aunque nos presionen y agredan, estamos diciendo que no estamos de acuerdo y lo vamos a seguir diciendo", manifestó al diario La Prensa la líder campesina Francisca Ramírez, presidenta del CNTLS.

Por su parte el sacerdote católico de la ciudad de Nueva Guinea, padre Rolando Galván, responsabilizó a los oficiales del Ejército y la Policía de Nicaragua de reprimir la marcha campesina, y de causar destrozos en la localidad. Así mismo, pidió a la jerarquía católica nicaragüense agrupada en la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) a no ser ajena a la represión que está experimentando el pueblo.

"La represión la está cometiendo la misma policía, el desorden la está cometiendo la misma policía contra los campesinos que quieren participar pacíficamente en una marcha. Como Iglesia no debemos ser indiferentes y la violencia la está promoviendo la Policía y los Obispos deben alzar su voz en favor de esta gente que tiene derecho, porque así lo asiste la Constitución, que tienen derecho a protestar y si no están haciendo violencia no tiene derecho a maltratarlos. El desorden lo hace la policía y según la Ley el orden público no se puede violentar, pero es la misma policía que está haciendo eso", narró el sacerdote Galván.

 

Militarización en calles de Nicaragua

Del mismo modo, la Policía y el Ejército mantienen militarizada carreteras y puntos de acceso hacia la capital. Cabe destacar que mañana el gobierno de Daniel Ortega recibirá al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro Lemes, con quién el Estado nicaragüense ha iniciado un proceso de diálogo político que podría desembocar en una democratización efectiva del país centroamericano.

Según reportes periodísticos, la Iglesia estaría invitada a una reunión con el secretario Almagro, aunque aún no hay nada confirmado por parte del Episcopado.

Al cierre de esta edición, la corresponsalía de Religión Digital en Nicaragua ha comprobado que se mantiene la militarización de la capital, Managua, y de las principales autopistas del país, dónde efectivos de la Policía y Ejército realizan cateos a vehículos particulares y del transporte público. Dichos sucesos, según usuarios de las redes sociales los han hecho recordar los momentos más funestos que vivió el país bajo la dictadura militar de la familia Somoza (1936-1979).

Por su lado, el arzobispo de Managua Leopoldo Brenes Solórzano pidió diálogo y una auténtica cultura de paz en el país.

"Tenemos que respetarnos y entrar desde ese ambiente de diálogo. Es verdaderamente triste ver que se realicen este tipo de actos y estas situaciones que estamos viviendo en el país. La policía es una institución que guarda el orden en el país, pero también por otro lado la misma constitución da la oportunidad que se hagan demandas y protestas, aunque se dice muy claramente que sean pacíficas. Las protestas son válidas, mientras sean pacíficas (...) Con el diálogo todos ganamos y construimos una sociedad mejor. Tratemos de evitar toda confrontación", expresó el cardenal de Managua a la cadena 100% Noticias.