Al menos 28 personas murieron el lunes en un ataque suicida dentro de una mezquita chiíta en Kabul, la capital afgana, según dijeron policías y testigos.

Los heridos ascendían al menos a 45 personas, indicó el Ministerio de Salud Pública.

El agresor iba a pie y detonó su chaleco explosivo entre la multitud de la mezquita de Baqir-ur Ulom, dijo Faredon Obiadi, responsable del departamento de investigación criminal en la policía de Kabul.

El ataque tuvo lugar en la primera planta del edificio de dos pisos, donde se habían reunido fieles chiítas para conmemorar la muerte del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma y un importante mártir de la tradición chiíta, que falleció en Karbala, Irak, en el año 680 después de Cristo.

"Yo estaba dentro de la mezquita y el mulá estaba leyendo la plegaria, de pronto hubo una enorme explosión y todo se quedó oscuro'', dijo Ewaz Ali, de 50 años y que sufrió lesiones leves.

Nadie reclamó la autoría del ataque en un primer momento, pero milicias fundamentalistas sunitas como los talibanes y el grupo Estado Islámico ven a los chiítas como apóstatas y suelen atacar mezquitas y actos públicos chiítas. El ataque del lunes golpeó una ceremonia que marcaba los 40 días desde el aniversario de la muerte de Hussein. A principios de octubre murieron 14 personas en un ataque contra otro santuario chiíta en Kabul durante los actos por el aniversario de la muerte.

Los chiítas suponen un 15% de los 30 millones de habitantes de Afganistán. Sus celebraciones públicas estuvieron prohibidas en gran parte durante los cinco años de control talibán en el país. Sin embargo, los chiítas afganos viven su religión de forma más pública desde que los extremistas fueron derrocados en la invasión estadounidense de 2001.

(Fuente: Valoresreligiosos)