Hubo muchos abrazos. Entre todos ellos, hubo uno largo, muy largo, entre los dos Papas. Después, la oración y una bendición por parte de los dos Pontífices. Después del tercer Consistorio para la creación de nuevos cardenales del Pontificado de Francisco, el grupo compuesto por el Pontífice y los nuevos purpurados se dirigió a visitar a Benedicto XVI, a bordo de dos autobuses grises, al Monasterio Mater Ecclesiae, en donde vive el Papa emérito.

El largo abrazo entre Francisco y Benedicto XVI frente a los nuevos cardenales fue el gesto con el que comenzó el encuentro. En el patio del Monasterio Mater Ecclesiae, el Papa fue recibido por monseñor Georg Gänswein, Prefecto de la Casa Pontificia. Benedicto XVI los estaba esperando en la capilla.

Después del gesto de abrazo entre los dos Papas, Ratzinger saludó y abrazó uno a uno a los 16 nuevos cardenales presentes.

Jorge Mario Bergoglio y Benedicto XVI se dirigieron al centro de la capilla. Autorizado por un gesto de Bergoglio, el Papa emérito guió una oración e impartió la bendición a los 16 nuevos cardenales presentes.

Papa Ratzinger se veía muy adelgazado, pero también muy sonriente y participativo. Como sucedió hoy con el Consistorio, Benedicto XVI no participará mañana en la ceremonia de la clausura de la Puerta Santa de la Basílica vaticana.