Un grupo de 60 refugiados chinos pidieron asilo en República Checa, debido a la persecusión anticristiana que padece la minoría de creyentes, como la campaña de demoliciones de símbolos cristianos, tras la implementación de políticas restrictivas de la libertad religiosa por parte de las autoridades comunistas en el país asiático.

La prensa checa admitió que el país europeo tiene un gran interés en los vínculos comerciales con China y no estaría dispuesto a asumir las consecuencias diplomáticas si otorgan el asilo pedido. Los católicos chinos denunciaron violaciones de los derechos humanos vinculados a la libertad religiosa, como lo fue la muerte de varios prelados clandestinos que tenían arresto domiciliario y los casos de detenciones arbitrarias y las capacitaciones forzadas de carácter político.

El periodista chino Liao Yiwu en su libro 'God is Red' acerca del crecimiento del cristianismo a pesar de la intensa persecución estatal incluyó el testimonio de una religiosa de 100 años que no perdió la fe a pesar de décadas de labores forzadas, golpes y mala alimentación. La petición de asilo de los cristianos chinos evidenció que la persecución religiosa de cristianos no se produce sólo en Oriente Próximo, sino que se trata de un problema global que requiere atención urgente.

(Fuente: Verdadenlibertad)