Se llevará a cabo en el Vaticano, del 5 al 7 de octubre, la primera gran conferencia sobre deporte y fe (el título de la iniciativa es “El deporte al servicio de la humanidad”) que se anuncia como un evento de carácter global al que se han sumado las Naciones Unidas y el Comité Internacional Olímpico; es más, están previstas la participación tanto de Ban Ki-Moon (Secretario general de la ONU) y de Thomas Bach (presidente del CIO). Papa Francisco podría participar en la inauguración.

El evento ha sido promovido por el Pontificio Consejo de la Cultura, presidido por el cardenal Gianfranco Ravasi, y por Allianz, en calidad de socio fundador de la manifestación y uno de los grupos más importantes en el ámbito del mundo de los seguros y de la finanza.

El evento, que cuenta con la bendición del Pontífice, se llevará a cabo en un momento particular, es decir a poco tiempo de la conclusión de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (del 5 al 21 de agosto). Es la primera vez, además, que las Olimpiadas se llevarán a cabo en una gran ciudad de Sudamérica, sin embargo, desde que se decidió la sede en 2009 hasta ahora han pasado y cambiado muchas cosas, y en la actualidad Brasil está pasando una compleja crisis institucional y económica, con consecuencias en la sociedad. No han faltado las protestas por el despilfarro de recursos, por dudas sobre la transparencia, por demasiadas obras que no han sido concluidas... Lo mismo sucedió con el mundial de fútbol que se llevó a cabo también en el gigante latinoamericano. Pero una de las incógnitas más fuertes tiene que ver con el tema de la seguridad, el temor de que el evento pueda convertirse en la ocasión para un ataque terrorista. Por otra parte, la psicosis del terrorismo acompaña todas las grandes manifestaciones globales, sea en donde sea.

Además, el tema del dopaje entre los deportistas ha vuelto a aparecer y podría incluso ser excluida una considerable parte de los atletas rusos de las olimpiadas (que pertenecen sobre todo al equipo de atlética ligera), cosa que influirá en el medallero final y en el valor de la competencia. Al respecto, son importantes las palabras que Papa Francisco pronunció ante los miembros de la Federación Italiana de Tenis, que fueron recibidos en una audiencia en el Aula Pablo VI en mayo de 2015. En aquella ocasión, el Papa afirmó: «La Iglesia se interesa por el deporte porque le importa el ser humano, todo el ser humano, y reconoce que la actividad deportiva incide en la formación de la persona, en las relaciones y en la espiritualidad. Ustedes, atletas, tienen una misión: poder ser, para quienes los admiran, válidos modelos que imitar». «Y también ustedes, dirigentes, entrenadores y agentes deportivos –añadió– están llamados a ofrecer un buen testimonio de valores humanos, maestros de una práctica deportiva que sea siempre leal y límpida. El suyo es un deporte muy competitivo, pero la presión de querer alcanzar resultados significativos no debe nunca impulsar a emprender atajos como sucede en el caso del dopaje. ¡Qué fea y estéril es esa victoria obtenida haciendo trampa y engañando a los demás!». Y después, Bergoglio concluyó: «Pónganse en juego con los demás y con Dios, dando lo mejor de ustedes mismos, gastando la vida por lo que vale verdaderamente y por lo que dura para siempre». Y es por ello que los Juegos Olímpicos serán un punto de referencia importante, con todas sus implicaciones deportivas, sociales y culturales, para un debate muy amplio.

El tema del evento que se llevará a cabo en el Vaticano se inspira en otra afirmación de Francisco: «Desafíate a ti mismo en el juego de la vida, como se hace en el juego del deporte»; participarán en el congreso unas 150 personalidades del deporte, de la religión, del mundo empresarial y de la sociedad civil. Monseñor Melchor Sánchez de Toca y Alameda, subsecretario del Pontificio Consejo de la Cultura, indicó que «será la primera reunión de alto nivel en el Vaticano sobre el deporte y la fe. Pero no será un evento aislado, porque la idea es la de crear un movimiento global que involucre a todos, sin importar su fe, su cultura y su geografía». « “Inclusion”, “Involvement” e “Inspiration” serán los tres grandes “in” que marcarán las áreas temáticas del congreso –explicó Sánchez de Toca. De hecho, se tratará de comprender cómo el deporte y la fe juntos pueden contribuir para crear sociedades más integradas (inclusión), para promover la conciencia civil entre las personas y deseo de comprometerse por la comunidad (desarrollo), para conducir vidas más saludables, más íntegras y más completas (inspiración) con tal de afrontar los grandes desafíos de la humanidad».

(Fuente: Vaticaninsider)