La epidemia del virus del Zika ha sido utilizada por organismos internacionales como la ONU para presionar a los gobiernos de América del Sur para que legalicen el aborto. También la Organización de los Estados Americanos (OEA) a través de su secretario general ha pedido la legalización del aborto en los países en los que aún se protege el derecho a la vida.

Luis Almagro, secretario general de la OEA emitió el pasado 26 de abril un comunicado en el que ponía al descubierto el deseo de los organismos internacionales de aprovechar el virus del Zika para extender el aborto legal.

En el comunicado, Almagro hace un llamamiento a “estar a la altura de las circunstancias históricas” y a ser responsables “con toda la humanidad”. Advierte que la epidemia del Zika aumenta el riesgo de afecciones neurológicas, que reconoce que aún no son bien comprendidas, y critica que “el aborto inseguro” afecta a las mujeres vulnerables.

Tras afirmar que “frente a este panorama desolador, marcado por la angustia y el miedo” las mujeres que tienen acceso a “un buen control prenatal y a servicios de salud” pueden tomar decisiones informadas, el secretario general de la OEA aboga por “la igualdad de oportunidades”.

“Sería justificable la interrupción legal del embarazo”, concluye Almagro. Más aún, desde la OEA se asegura que el aborto legal “es un tema de equidad y derechos” y consideran que la epidemia del virus del Zika supone “una oportunidad histórica para dar un salto cualitativo en la lucha constante por el derecho a la salud integral, universal, de calidad y con seguridad”.

Las asociaciones pro-vida en América del Sur no han tardado en reaccionar ante las declaraciones del secretario general de la OEA. En declaraciones a ACI Prensa, Jesús Magaña, de la plataforma colombiana Unidos por la Vida, denuncia que “estamos presenciando nuevamente el resurgimiento de la mentalidad eugenésica, de la mentalidad nazi”.

Magaña sostiene que la OEA pretende aprovechar la epidemia del Zika “no para buscar la salud de las poblaciones más indefensas y vulnerables, de las mujeres más pobres, sino para destruir los hijos de los pobres, para acabar con la pobreza a través de la destrucción, por medio del aborto, de los pobres”.

(Fuente: Infovaticana)