"Vivimos en una cultura sexualizada en la que la pornografía se convirtió en la corriente dominante", alertó monseñor Peter Comensoli, representante de la Comisión de Familia, Juventud y Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Australia. "Muchas de las imágenes que enfrentan los niños en su vida cotidiana están basadas en posturas empleadas en la pornografía. El alcance de la pornografía a través de Internet y particularmente a través de los teléfonos celulares llevó a la sexualización de la comunidad".
Debido a esta situación los prelados pidieron una mayor educación para los padres de familia sobre los graves efectos negativos de este tipo de materiales y un sistema de filtros en Internet que permita proteger a los menores de edad. "Permitir que los niños sean expuestos a la pornografía es una forma de abuso", dijeron, además de señalar la relación entre el consumo de este tipo de productos comunicativos con la violencia sexual. Los obispos señalaron que estudios recientes estiman que hasta un 40% de los niños de 11 a 13 años son expuestos a contenidos pornográficos.
"Esto evidencia la necesidad de que la comunidad australiana actúe para salvar a los niños de este mal, pero también de salvar a la comunidad en general de los males de adultos dañados en su niñez", expresa el documento. Finalmente los prelados señalan que la ausencia de legislación para controlar los contenidos en Internet es notablemente diferente a los estrictos controles dispuestos para otros medios de comunicación. (AICA)