En una información publicada el 15 de mayo de 2015 nos preguntábamos si era necesario crear en Cataluña una la ley de privilegios LGTB para sólo 38 denuncias al año. Esa era la cifra contabilizada en el ámbito de la homofobia por la Policía de la Generalitat (Mossos d’Esquadra) a lo largo de 2014 en cuanto a los casos investigados por delitos y faltas hacia el odio y la discriminación.

La misma pregunta se hacían este miércoles, 23 de marzo, los obispos de Getafe y Alcalá de Henares ante la “Ley de identidad y expresión de género e igualdad social y no discriminación de la Comunidad Autónoma de Madrid” que privilegia al colectivo LGTBI por encima de otros grupos marginados.

Al mismo tiempo, con datos elaborados por el Ministerio del Interior en su Informe sobre incidentes relacionados con los delitos de odio en España 2015, esa pregunta cobra aún mayor relevancia a la vista de los delitos de odio cometidos en España el año pasado.

Según ese estudio, los delitos de odio por racismo o discapacidad multiplican por cuatro los relacionados con el sexo o el género, como se puede observar en el siguiente gráfico, reproducido a partir de los datos del informe.

De hecho, un 38% de este tipo de infracciones son racistas o xenofóbicas y un 17% se cometen contra personas discapacitadas; mientras los delitos de odio contra el colectivo de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales son solo una parte de los cometidos por orientación o identidad sexual (12,7%) y por discriminación sexual o de género (tan solo el 1,8%). Estos últimos suman en total el 14,5% de estas infracciones.

El odio racista, xenofóbico o contra la discapacidad es mucho mayor que el dirigido a la orientación o identidad sexual y la discriminación por sexo o género

El resto de delitos de odio se distribuyen de la siguiente manera: por ideología (23,2%); por creencias o prácticas religiosas (5,3%); por aporofobia, es decir contra la pobreza (1,3%).

Cuando se habla de delitos de odio se hace referencia a “todas aquellas infracciones penales y administrativas cometidas contra las personas o la propiedad por cuestiones de ‘raza’, etnia, religión o práctica religiosa, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, por razones de género, situación de pobreza y exclusión social o cualquier otro factor similar, como las diferencias ideológicas”, cita el estudio.

Los delitos de odio que crecen y los que disminuyen

Al mismo tiempo, en el estudio del Ministerio del Interior se puede apreciar también cuáles son los delitos de odio que han crecido y los que han descendido en 2015 respecto a 2014, como se ve en esta tabla, también reproducida a partir del informe.

Solo los delitos de odio por antisemitismo y por orientación o identidad sexual descienden

Así, como destaca el propio informe, “la cifra de ‘delitos de odio’ registrada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en España, a lo largo del año 2015, asciende a un total de 1.328 incidentes, lo que supone un incremento del +3,3% con respecto a 2014”.

“Como puede apreciarse en la tabla, todos los ámbitos delictivos han experimentado un incremento en relación al año anterior, excepto el ámbito denominado ‘antisemitismo’ y ‘orientación o identidad sexual’, que han disminuido en un -62,5% y -67,1%, respectivamente”.

Los ámbitos que mayor número de incidentes registran son los de ‘racismo/xenofobia’, ‘ideología’, y ‘discapacidad’

Sin embargo, “los ámbitos que mayor número de incidentes registran son los de ‘racismo/xenofobia’, ‘ideología’, y ‘discapacidad’, que suponen un 38%, 23,2%, y un 17% del total de hechos conocidos”, concluye.

Es decir que los delitos por ‘racismo/xenofobia’ han aumentado en un año un 6,3% y los cometidos contra los discapacitados un 13,6%; y en ningún momento las Administraciones se han planteado hacer una ley específica para estos colectivos. ¿Por qué?

Otra tabla interesante que muestra el informe hace referencia a los delitos de odio cometidos en España por Comunidades Autónomas, que reproducimos a continuación, donde se puede ver que Cataluña es la comunidad donde más delitos se cometen (277), seguida del País Vasco (201). Por detrás y por encima de los 100 delitos están Madrid (159), Andalucía (142) y Comunidad Valenciana (123).

Los delitos de odio en España, por Comunidades Autónomas

Las víctimas del racismo en Cataluña

Por otra parte, otro ejemplo del agravio comparativo que supone la ley de privilegios LGBT en comparación con otros colectivos lo tenemos en los datos facilitados por SOS Racismo en Cataluña sobre las víctimas de agresiones xenófobas en esta comunidad en 2015.

Para esta asociación de defensa de los Derechos Humanos, el colectivo de inmigrantes es blanco fácil y vulnerable para las agresiones discriminatorias. “Cuatro de cada diez víctimas de actos de discriminación racista desisten cuando tienen que llevar sus casos a los juzgados”, revelaba el pasado 19 de marzo Alícia Rodríguez, responsable del Servei d’Atenció i Denúncia per a Víctimes de Racisme i Xenofòbia (SAiD), en declaraciones a La Vanguardia. Ese miedo se ha detectado “mayoritariamente con personas que todavía no tienen regularizada su situación en nuestro país”, añadía.

De hecho, su servicio de atención a las víctimas de racismo atendió en 2015 a un total de 422 personas, cifra similar a la de años anteriores.

En ese sentido, contrasta esta cifra con la facilitada por los Mossos d’Esquadra y basada en la memoria de la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación de Barcelona, en referencia a las denuncias presentadas por discriminación debida a la orientación sexual e identidad de género, 45 denuncias en 2013, sobre un total de 243 casos.

Las denuncias presentadas por discriminación debida a la orientación sexual e identidad de género no demandan una ley específica

La primera causa era el racismo y la xenofobia (un centenar de casos), seguida de la ideología, donde los Mossos recogieron ese año un total de 68 denuncias por discriminación ideológica, frente a las 48 del año anterior. También se denunciaron 17 presuntos casos de discriminación por motivos religiosos; por ejemplo, a mujeres que lucen el hijab (pañuelo islámico).

“No hay voluntad política por conocer esta realidad y no observamos que se estén recogiendo datos sobre estos casos de discriminación más cotidianos”, denuncia por su parte el informe del 2015 de SOS Racismo.

Ante esa falta de voluntad política y el escenario que presentan los delitos de odio en España, cabe insistir en preguntar por qué no se legisla de forma global contra la discriminación y los delitos de odio en general y no solo de forma específica en forma de privilegios para LGBT.

(Fuente: Forumlibertas)