«No es posible un matrimonio entre dos hombres». Insistió en la postura de la iglesia el cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, durante el Congreso internacional «La caridad nunca tendrá fin», que se está llevando a cabo en el Vaticano gracias a la iniciativa del Pontificio Consejo Cor Unum. Lo indicó el Servicio de Información Religiosa (SIR), la agencia de las revistas católicas promovida por la Conferencia Episcopal de Italia.

«Esto no quiere decir meterse en cosas políticas», precisó el cardenal, «sino pedir a los políticos que respeten la naturaleza humana, sobre la cual no son maestros, ‘domini’». «Los políticos deben servir a la comunidad y no imponer una falsa ideología», advirtió.

Müller habló sobre la relación entre la caridad y la fe. No hay que instrumentalizar la práctica de la caridad, exhortó el purpurado, para volverla un «instrumento de proselitismo». «No podemos someter la caridad a presiones ideológicas», y por ello «el cristiano experto sabe cuando hablar y cuando callar». «En Alemania —añadió— tenemos millones de migrantes y se corre el peligro de darles solo una ayuda material», pero el cardenal recordó que «la persona humana es una unidad y no se pueden separar las necesidades materiales de las espirituales». Por ello es necesario «no tener miedo de dar respuestas de fe a todos esos migrantes musulmanes que hacen preguntas y que nos dicen: ‘Los cristianos nos ayudan, nuestros hermanos musulmanes no nos ayudan’».

El congreso fue organizado por Cor Unum para conmemorar los diez años de la publicación de la encíclica «Deus Caritas est», la primera de Benedicto XVI.(VATICAN INSIDER)