La Santa Sede espera que Conferencia de Ginebra 2 se lleve a cabo «con la mayor participación posible», en boca de monseñor Dominique Mamberti, “ministro del Exterior” vaticano.

«Objetivamente –afirma el religioso en una entrevista con el Servicio de Información Religiosa– no se puede pretender que la Conferencia resuelva rápidamente un conflicto que es particularmente complejo y en el que están involucrados tantos intereses diferentes de diferentes actores no solo locales sino regionales».

Sin embargo, indicó el secretario para las relaciones con los estados de la Santa Sede, el único camino para llegar a la paz y a la reconciliación del pueblo sirio «es la búsqueda de un acuerdo con la ayuda de todos. La Conferencia Ginebra 2 puede y debe ser un primer paso fundamental, por lo menos para poner en marcha un proceso que será, previsiblemente, duro. No sabemos todavía cuál forma tomará dicha conferencia ni si la Santa Sede será invitada a participar como Observador. En caso afirmativo, la Santa Sede enviaría una delegación para demostrar su preocupación por el bien de la querida nación siria y para ofrecer discretamente cualquier posible colaboración. Sin embargo, el gran aporte de la Santa Sede y de la Iglesia se sitúa a otro nivel, que toca lo profundo de los corazones».

«Quisiera recordar –añadió el religioso– la significativa jornada de ayuno y oración por la paz, convocada por el Santo Padre Francisco, que fue muy bien recibida a nivel mundial y que dio tantos frutos de paz. Las “armas” principales de la Iglesia son la oración y la caridad. El mayor aporte es la vida de fe de los creyentes que, en diferentes ámbitos, se convierten en protagonistas de la vida social en la búsqueda del bien de todos y de la paz».

Según Mamberti, «aunque en las últimas semanas haya habido resultados positivos en relación con el espinoso tema de las armas químicas, hay que indicar que solo es un aspecto del problema completo que todavía debe ser resuelto. Los violentos enfrentamientos sigue sembrando muerte y destrucción y la ya insostenible situación humanitaria empeora».

Las previsiones indican que a fines del año, la mitad de la población siria requerirá asistencia humanitaria. Se revela, por este motivo, todavía más urgente y necesario el fin de la violencia y la prioridad del compromiso en la asistencia humanitaria a la población que sufre.(Vatican Insider)