Fue una despedida sin discursos oficiales, pero con mucha música y cercanía.
En un nuevo fallo de la seguridad pontificia, cerca de una decena de personas se saltaron el dispositivo y corrieron a abrazar a Bergolio. Dos de ellos, dos niños, que portaban una pancarta que decía "Su Santidad, los mexicanos rezamos por ud. Usted rece por nosotros".
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su mujer, despidieron al Papa en las escalerillas del aeropuerto de Ciudad Juárez. A partir de ahora, doce horas y media de vuelo. Dado que el avión partió con algo de retraso, se espera que Francisco aterrice en el aeropuerto italiano de Ciampino a las cuatro de la tarde.
Se espera que a lo largo del vuelo Francisco mantenga el tradicional encuentro con la prensa. El "misionero de la misericordia" deja México con un mensaje de esperanza hacia un pueblo que sufre la presión, y la opresión, de los poderes, y con palabras duras a políticos, obispos y a los mercaderes de la cultura del descarte, los narcotraficantes y violentos.(RELIGION DIGITAL)