“Porque la Constitución prohíbe esta práctica”, ha sentenciado el ministro de salud paraguayo para manifestar que no se apoyará el aborto en casos de zika.

Asimismo, ha señalado que no se puede hablar de “aborto terapéutico” puesto que todavía no se ha mostrado científicamente la relación causa-efecto que existe entre el virus y el nacimiento de bebés con microcefalia.

“A ciencia cierta no se tiene indicio de que esto sea así. Se piensa que el efecto importante del virus se da en el primer trimestre del embarazo”, ha defendido Barrios.

El artículo 109 de la Constitución paraguaya recoge que “el matar a un feto será castigado con pena privativa de libertad de hasta cinco años y se castigará también la tentativa”. A excepción de los casos en los que “la madre corra el riesgo de perder la vida”.

Actualmente en el país hay un total de 170 embarazadas que han presentado síntomas febriles y están siendo sometidas a controles. “El desenlace de estos embarazos lo vamos a ver en los próximos meses”, ha señalado el ministro de sanidad.

En Paraguay ya se han registrado seis casos confirmados de zika, todos ellos en la ciudad de Pedro Juan Caballero, que limita con Brasil.

El gobierno del país sudamericano reafirma su postura en defensa de la vida a pesar de que el pasado 5 de febrero el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos exigió a los países que están afectados por el virus dar a las mujeres “servicios e información de salud sexual y reproductiva” y entre estos “servicios de aborto seguro”.

Sin embargo, todavía no se ha confirmado que en todos los casos el virus provoque microcefalia. Un ejemplo de ello es lo ocurrido en El Salvador, donde 13 mujeres contagiadas con el virus han dado a luz a bebés completamente sanos.

(Fuente: Infovaticana)