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En el Vaticano hay un "Sismógrafo" que registra pequeños terremotos
21 - 01 - 2016 - VATICANO - Documentos

El último tiene como protagonista a Francisco y su modo de interpretar y actuar el Concilio Vaticano II. La "escuela de Bolonia" canta victoria. Pero dos cartas del Papa dicen lo opuesto.Artículo de Sandro Magister 

El hecho ha pasado sin hacer ruido. Pero no es insignificante. Tiene por objeto nada menos que la hermenéutica con la que el Papa Francisco interpreta y actúa el Concilio Vaticano II.

Sus protagonistas han sido:

- Luis Badilla Morales, director del sitio internet vaticano "Il Sismografo";
- Massimo Faggioli, historiador de la Iglesia y exponente de renombre de la célebre "escuela de Bolonia", según la cual el Concilio ha marcado una "ruptura" y un "nuevo inicio" en la historia de la Iglesia
- y el arzobispo Agostino Marchetto, anteriormente diplomático, alto dirigente de la curia y el mayor crítico de la interpretación que da la escuela de Bolonia al Vaticano II; es, además, amigo desde hace mucho tiempo de Jorge Mario Bergoglio.

La chispa ha saltado el jueves 14 de enero cuando "Il Sismografo" ha publicado una entusiástica entrevista a Faggioli, firmada por Badilla y por el otro editor del sitio internet, Francesco Gagliano:

> Faggioli: "Papa Francesco…"

En ella Faggioli sostiene que el Papa Francisco "habla poquísimo del Concilio", pero "lo actúa, lo aplica constantemente y lo más fascinante es que nunca ha demostrado interés por la cuestión hermenéutica del Concilio".

Francisco -según Faggioli-, "es el primer Papa que no tiene ninguna incertidumbre sobre cómo debe ser interpretado el Concilio" porque su pensamiento es el siguiente: el Concilio "lo tenemos ahora nosotros en nuestras manos y lo interpretamos nosotros, sin reabrir controversias de hace treinta o cuarenta años".

Naturalmente, el entusiasmo de Faggioli y de sus entrevistadores se explica porque identifican la interpretación de Francisco del Vaticano II con la de la "escuela de Bolonia".

Por lo tanto, era previsible que hubiera una reacción por parte de Marchetto, el crítico más sistemático de la interpretación de la "escuela de Bolonia".

Efectivamente: más o menos tres horas más tarde ha aparecido en "Il Sismografo" una réplica de Marchetto, en la cual rechaza como "no verdadera" la afirmación según la cual el Papa Francisco "nunca ha demostrado interés por la cuestión hermenéutica del Concilio".

Y para demostrarlo Marchetto ha adjuntado dos cartas que Francisco le escribió "y que quiso que fueran leídas públicamente".

En la primera, el Papa le da las gracias por haber corregido "un error o imprecisión por mi parte"; le felicita por "su pureza en los estudios llevados a cabo sobre el Concilio Vaticano II" y por el amor demostrado por "la Santa Madre Iglesia jerárquica"; y, por último, lo define "el mejor hermeneuta del Concilio":

> Mons. Marchetto e l'intervista con il prof. Faggioli

Las dos cartas del Papa, que ya son conocidas, están reproducidas enteramente más abajo. Pero para entender mejor el alcance del hecho, es útil recordar otros datos.

*

"Il Sismografo" no figura entre las voces oficiales de la Santa Sede. Pero es una emanación suya. Este sitio internet está dirigido y lo publican periodistas de la Radio Vaticana y cae bajo la supervisión de la secretaría de Estado, al menos hasta que esta incumbencia no pase a la recién creada secretaría para la comunicación presidida por monseñor Dario Viganò, anteriormente director del Centro Televisivo Vaticano.

La razón de ser de "Il Sismografo" es relanzar continuamente, con el texto íntegro, los articulo que conciernen al Papa y la Santa Sede publicados en todos los medios de comunicación del mundo, católicos y no -son varias decenas cada día-, en distintos idiomas: italiano, inglés, francés, español y portugués.

Todo esto, hasta hace algún tiempo, sin comentarios, también cuando eran artículos muy críticos con el pontificado actual.

Pero desde hace algunos meses las cosas han cambiado. Luis Badilla Morales, el editor principal del sitio, interviene cada vez más con intervenciones firmadas, para nada neutrales.

Badilla es chileno. Fue ministro del gobierno de Salvador Allende y tras el golpe de Estado de 1973 se exilió en Europa. Trabaja desde hace muchos años en la Radio Vaticana. Se ocupó desde el principio de "Il Sismografo" y desde hace meses está omnipresente también en las pantallas de TV 2000, la emisora televisiva de la conferencia episcopal italiana.

Badilla ha intervenido con gran frecuencia en "Il Sismografo" durante el sínodo de octubre con intervenciones claramente partidistas.

Primero, Badilla relanzó sin comentarios, el 8 de octubre, la revelación hecha por el vaticanista Andrea Tornielli en "La Stampa" y en el "Vatican Insider" sobre un presunto complot antipapal que "trece cardenales y obispos" habrían llevado a cabo:

> Sinodo pilotato, l'accusa di 13 prelati. Il papa replica: basta logiche cospirative

Pero a partir del 12 de octubre, fecha en que www.chiesa desmontó la tesis de la conspiración publicando la carta escrita al Papa por los treces cardenales y sus nombres, Badilla ya no se ha frenado. Ha intervenido muchas veces en "Il Sismografo" con comentarios personales muy polémicos acerca de los purpurados que han firmado la carta y que en el sínodo eran de los más decididos a contrastar los cambios de doctrina y de praxis en materia de matrimonio.

Y desde los Estados Unidos el profesor Faggioli -que enseña historia del cristianismo en la University of St. Thomas de Minneapolis y teología en la Villanova University de Philadelphia- le ha echado un cable, con ataques aún más virulentos y directos, llegando incluso a pedir la cárcel para uno de los trece, el cardenal Robert Sarah, culpable de haber pronunciado en el aula sinodal "discursos que habrían sido considerados de naturaleza penal en algunas democracias occidentales".

El artículo de Faggioli que contiene esta perla, publicado en el "Huffington Post", ha sido puntualmente relanzado por Badilla en "Il Sismografo", sin que se debilitara lo más mínimo la asociación entre los dos.

Más bien al contrario. La asociación ha culminado precisamente con la entrevista de hace unos días, introducida con un escrito de Badilla a Faggioli, magnificado "por su intensa, oportuna y aguda actividad periodística en distintos medios", además de por, naturalmente, "su sólida formación de historiador, no sólo de la Iglesia".

Que un sitio internet semi-oficial como "Il Sismografo", cuya razón de ser constitutiva debería ser la imparcialidad, haga incursiones tan partidistas, es un cuestión que seguramente será investigada en la reorganización que se está llevando a cabo en los medios de información vaticanos.

*

Pero mientras tanto ha salido al descubierto, como no lo había hecho antes, la cuestión sobre cómo interpreta el Papa Francisco el Concilio Vaticano II.

El 15 de enero, el día después del choque entre Faggioli y Marchetto, "Il Sismografo" ha vuelto sobre el tema relanzando, sin comentarios, la toma de posición de un famoso teólogo italiano, Andrea Grillo, docente en el Pontificio Ateneo San Anselmo, a favor del primero y contra el segundo, incluso irrisoria sobre las dos cartas papales, consideradas como insignificantes "cartas de curia":

> Francesco "non tradizionalista" e "post-liberale". A proposito di una disputa tra Faggioli e Marchetto

Efectivamente, en las palabras y en los gestos de Francisco es fácil encontrar motivos que apoyen su cercanía a las tesis de la "escuela de Bolonia".

Uno de estos es la definición que Bergoglio ha dado del Concilio en la larga entrevista a "La Civiltà Cattolica" de septiembre de 2013: "un servicio al pueblo" que consiste en "una nueva lectura del Evangelio a la luz de la cultura contemporánea".

Pero después de la salida de esa entrevista, hubo quien le hizo confidencialmente al Papa la observación de que reducir el Concilio a dichos conceptos era, por lo menos, "impreciso", sino "errado".

Fue precisamente Marchetto quien dio este paso. Entre él y Bergoglio existe desde hace años una gran confianza y una estima recíproca. Marchetto vive en Roma en la casa del clero de via della Scrofa, en la habitación 204, adyacente a la 203 en la que se alojaba el entonces arzobispo de Buenos Aires durante sus estancias romanas.

El Papa Francisco no sólo escuchó las críticas de su amigo, sino que las aceptó de buen grado. Hasta el punto de darle las gracias por escrito de la "corrección" en la primera de las dos cartas incluidas más abajo, autorizándole a que hiciera pública toda la carta, lo que Marchetto hizo el 12 de noviembre de 2013.

Pero a pesar de esto, los "boloñeses" no se rindieron. Su actual número uno, el historiador de la Iglesia Alberto Melloni, sigue poniendo de su parte a Francisco, especialmente después de que el Papa nombrara como nuevo arzobispo de Palermo a Corrado Lorefice, autor de un volumen sobre el papel en el Concilio de don Giuseppe Dossetti y del cardenal Giacomo Lercaro, fundador y patrón respectivamente de la "escuela de Bolonia".

No solo. Melloni ha empezado a difundir la audaz tesis de que también Pablo VI -hasta ayer la bestia negra de los "boloñeses"-, en el fondo estimaba a Dossetti y sus batallas conciliares al último voto en vista de la creación de una nueva Iglesia "sinodal".

Cuando Melloni, el 21 de octubre de 2014, expuso en el "Corriere della Sera" dichas tesis, Marchetto le replicó blandiendo contra él los diarios inéditos del secretario general del Concilio, Pericle Felici, en los cuales resulta inequívoca la aversión de Pablo VI hacia las maniobras de Dossetti:

> Melloni tira Paolo VI dalla sua, ma Marchetto lo prende in castagna

Marchetto estaba estudiando a fondo en ese momento los diarios de Felici con vistas a su publicación. Publicación que, efectivamente, tuvo lugar el pasado noviembre:

Vincenzo Carbone, "Il 'diario' conciliare di monsignor Pericle Felici", a cura di Agostino Marchetto, Libreria Editrice Vaticana, Città del Vaticano, 2015, pp. 596, euro 40,00.

Los diarios de Felici son una increíble mina para reconstruir, de manera equilibrada, los acontecimientos conciliares. Basta citar aquí tres pasajes, todos del año 1963.

El primero:

"Cuando se eligieron a los Moderadores en las personas de los cardenales Agagianan, Lercaro, Döpfner y Suenens, me permití hacer la observación al cardenal secretario de Estado (Amleto Cicognani) de que algunos de ellos estaban declaradamente alineados con una parte y que, por lo tanto, eran poco adecuados como 'moderari'. El Secretario de Estado me respondió con cierto resentimiento. Pero al final, después de dolorosas experiencias, fue el primero en reconocer la equivocación en la elección de las personas".

El segundo:

"Desgraciadamente, los Moderadores han seguido caminos poco prudentes más de una vez. Han empezado a actuar solos, dejando de lado la Secretaría General y utilizando la obra de don Dossetti, al que el cardenal Lercaro ha presentado como Secretario de los Moderadores. He dejado que lo hicieran, hasta que las cosas han caído por su peso… Entonces he protestado ante el cardenal Agagianan, afirmando que el Secretario de los Moderadores, según el Reglamento, era el Secretario General y que yo no admitía sustitutos, a no ser que fuera voluntad del Papa, por lo que consideraba nulo lo que hasta entonces había hecho don Dossetti. Le dije lo mismo al cardenal Döpfner. El Papa, informado de los hechos, dijo categóricamente que no quería a don Dossetti en ese lugar y que éste debía volver a Bolonia".

El tercero:

"Vale la pena recordar lo que he tenido que trabajar para que en la fórmula de aprobación de los decretos, por parte del Papa, no entraran esos conceptos de falsa colegialidad que habían sido objeto de la votación del 30 de octubre. Se quería reducir al Papa a una persona que aceptara todo lo que se hubiera decidido. El Papa, al que referí los hechos, observó: 'Pero, ¡son ellos los que deben aprobar conmigo, no yo con ellos!'. 'Optime dictum!'".

El 23 de junio pasado el Papa Francisco recibió en audiencia privada a Melloni junto a otros representantes del instituto de Bolonia por él dirigido, haciéndoles creer de nuevo que estaba de su parte.

Pero unos meses después, el 9 de noviembre, Bergoglio ha escrito a Marchetto la segunda de las cartas incluidas más abajo, que empieza precisamente con una calurosa aprobación por su publicación de los diarios de Felici, es decir, lo más radicalmente opuesto que hay a la teoría del Vaticano II como "ruptura" y "nuevo inicio".

El enigma de cómo interpreta y actúa Francisco el Concilio sigue aún sin resolver.

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CARTA DEL 7 DE OCTUBRE DE 2013


Estimado Mons. Marchetto,

Con estas líneas deseo expresarle mi cercanía y unirme al acto de presentación del libro: "Primato pontificio ed episcopato. Dal primo millennio al Concilio ecumenico Vaticano II". Le ruego que sienta cerca de usted mi presencia espiritual.

La temática del libro es un homenaje al amor que usted siente por la Iglesia, un amor leal y al mismo tiempo poético. La lealtad y la poesía no son objeto de comercio: ni se compran ni se venden, son sencillamente virtudes arraigadas en un corazón de hijo que siente a la Iglesia como Madre. O, para ser más concreto y decirlo con "aire" ignaciano de familia, como "la Santa Madre Iglesia jerárquica".

Usted ha manifestado este amor de mil maneras, incluso corrigiendo un error o imprecisión que yo he cometido y por ello le doy las gracias de corazón; pero sobre todo se ha manifestado en toda su purezza en los estudios hechos sobre el Concilio Vaticano II.

Una vez le dije, estimado Mons. Marchetto, y hoy deseo repetirlo, que le considero el mejor hermeneuta del Concilio Vaticano II. Sé que es un don de Dios, pero también sé que usted lo ha hecho fructificar.

Le estoy muy agradecido por todo el bien que usted nos proporciona con su testimonio de amor a la Iglesia y le pido al Señor que le recompense abundantemente.

Le pido por favor que no se olvide de rezar por mí. Que Jesús le bendiga y que la Virgen le proteja.

Fraternalmente,

Francisco

Desde el Vaticano, 7 de octubre de 2013

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CARTA DEL 9 DE NOVIEMBRE DE 2015


A Su Excelencia Reverendísima Mons. Agostino Marchetto
Arzobispo titular de Astigi

Estimado Monseñor,

deseo hacerle llegar mi cordial saludo en ocasión de la presentación del libro que usted ha editado y que lleva el título: "Il 'Diario' conciliare di Mons. Pericle Felici, Segretario Generale del Concilio Ecumenico Vaticano II". Le ruego que sienta mi cercanía espiritual en esta circunstancia.

El estudio que ha llevado a cabo permite profundizar el conocimiento del Concilio a través de una fuente bastante cualificada como fue su Secretario General, descubriendo aspectos y detalles siempre nuevos, que nos ayudan a apreciar mejor este gran don que el Señor ha hecho a la Iglesia.

Por otra parte, su obra permite conocer, como usted ha dicho, la historia de una amistad con Dios en Cristo en el Espíritu Santo, como fue la del entonces Mons. Felici, que luego fue cardenal, y que animó su servicio eclesial, vivido con amor, silenciosa dedicación y plena disponibilidad en los momentos de especial dificultad. Todo esto ayuda, edifica y sostiene en el compromiso común y cotidiano por la Iglesia y a mayor gloria de Dios.

Su volumen es el último fruto de un estudio hermenéutico más amplio e insigne, que dura ya desde hace algunos años. Le felicito, estimado Monseñor, y le doy las gracias por su trabajo, que sigue desarrollando con competencia, seriedad y gran generosidad. ¡Qué el Señor le recompense abundantemente!

Le encomiendo afectuosamente al Señor y le pido, por favor, que siga rezando por mí.

Fraternalmente,

Francisco

Desde el Vaticano, 9 de noviembre de 2015

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Para pacificar la polémica iniciada por ellos mismos en "Il Sismografo", Luis Badilla y Francesco Gagliano le han ofrecido a monseñor Marchetto una ulterior tribuna explicativa, presentándole cinco preguntas sobre la "interpretación y aplicación" del magisterio conciliar.

Marchetto ha acogido la invitación e "Il Sismografo" ha publicado sus respuestas el 18 de enero, acompañándolas con una biografía del prelado:

> Mons. Agostino Marchetto: "Il Concilio…"

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Traducción en español de Helena Faccia Serrano(CHIESA-SANDRO MAGISTER)