Los rehenes fueron trasladados a la periferia occidental de Deir al-Zour y a la zona de Maadan, en las afueras de Raqqa, el principal bastión de Daesh en Siria. La ONG con sede en el Reino Unido manifestó su temor de que los yihadistas ejecuten a los secuestrados, entre los que se encuentran mujeres, niños y familias enteras.
Por su parte, la agencia oficial siria SANA señaló que el grupo terrorista ejecutó a 280 personas, incluidas varias decenas de niños y mujeres, que en su mayoría eran familiares de soldados destinados en Deir al-Zour. La matanza vuelve a poner de manifiesto la extraordinaria importancia estratégica de la zona, rica en petróleo y conectada con la llamada capital del autoproclamado Estado Islámico.
Las fuerzas gubernamentales apenas controlan unos pocos barrios en el norte de la ciudad, así como el aeropuerto militar. Daesh proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde conquistó zonas del norte y el centro de ambos países.
Al mes siguiente, avanzó por la provincia de Deir al-Zour, fronteriza con el territorio iraquí, donde se hizo con casi su dominio total. Esta semana se cumplió un año del cerco impuesto por los radicales a los barrios en manos de los militares del Ejército sirio.
Desde el inicio del conflicto, 260 mil personas han muerto en Siria y casi doce millones se han visto desplazadas o exiliadas. Tras varios intentos fallidos para resolver la situación, la ONU tratará nuevamente de reunir al gobierno y a la oposición el 25 de enero en Suiza para negociar un alto el fuego y una transición pacífica. (IVÁN DE VARGAS-ZENIT)