“El Santo Padre estaba profundamente entristecido al conocer el asesinato sin sentido de personas inocentes en Mindanao, y envía sus condolencias a las familias de los que perdieron la vida”, expresa el telegrama enviado por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, al Nuncio Apostólico en Manila (Filipinas), Mons. Giuseppe Pinto.
El texto señala que el Papa reza para que la seguridad sea establecida “para todos los habitantes de la región, para que el diálogo, la tolerancia y la paz pueden permitir a cada persona a vivir libre de temor”.
Además, el Pontífice “pide a todos los creyentes rechazar la violencia en nombre de Dios, que es amor, e invoca abundantes dones divinos de consuelo, misericordia y fuerza sobre los afectados por esta tragedia”.
El 25 de diciembre el coronel Ricky Bunayog, jefe de la fuerza militar local, informó que el jueves unos 150 yihadistas del BIFF atacaron un pueblo de mayoría cristiana en la isla de Mindanao. Ahí capturaron a nueve campesinos y los asesinaron.
El BIFF se separó en 2008 del Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), al oponerse al proceso de paz que este grupo mantuvo con el gobierno filipino para la creación de un área musulmana autónoma en el sur del país.(ACI)