En el ataque, que se produjo a última hora de la noche del dos de diciembre, tres terroristas suicidas se inmolaron en los barrios de Walassa y Platari, y sus cuerpos fueron encontrados después del atentado, según fuentes locales.
La seguridad en la zona del lago Chad, donde hacen frontera Nigeria, Chad, Níger y Camerún, se ha deteriorado mucho en los últimos meses, sobre todo por el aumento de los atentados suicidas.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad trabajan con la hipótesis de que no se trata de atentados suicidas reales, sino que Boko Haram utiliza a chicas y mujeres para que carguen con los explosivos con amenazas y engaños y que es un miliciano del grupo el que detona la bomba a distancia.
Este último atentado se produce 48 horas después de que la fuerza multinacional lanzara una de sus primeras ofensivas en la frontera entre Camerún y Nigeria para desarticular células terroristas.
Según el balance oficial ofrecido por el ministro de Defensa camerunés, Joseph Béti Assomo, la operación se saldó con la muerte de un centenar de terroristas y la liberación de cerca de 900 rehenes, además de la captura de un importante cargamento de armas y munición.
En 2015 Boko Haram ha matado a más de 3.000 personas a pesar de haber perdido la mayoría del territorio que controlaba en Nigeria, debido a que a principios de año los países de la zona comenzaron a coordinar ataques contra el grupo terrorista en los alrededores del lago Chad.

(Fuente: Infovaticana)