CRISTO HOY
CRISTO HOY

   Sitios Recomendados
        El Vaticano
        Aica
        Rome Reports
        Noticias Vaticanas
  
Profetismo en el Magisterio del Papa Benedicto
04 - 11 - 2013 - PAPADOS - Benedicto XVI

Apenas comprendido o resistido por los suyos malintecionadamente interpretado por los de afuera el Papa alemán vio con claridad los problemas  pequeños y grandes , los que están y los que vendrán y también su procedencia, propuso pautas sólidas algunas de las cuales el mismo pudo echar a andar.

En el debate (que a menudo se tiñe con los tonos de la polémica y, a veces, de la autoreferencia) sobre la continuidad/ruptura entre los Papas Benedicto XVI y Francisco, con el afán de oponer, de subrayar cada una de las particularidades de los estilos, se corre el riesgo de acabar presentando solamente caricaturas de los protagonistas. El fenómeno termina por encasillar en un cliché artificial sobre todo a la rica figura de Papa Ratzinger, como si todo su magisterio se pudiera identificar con la reiterada defensa de los "principios no negociables" en el espacio público.


En su primer viaje internacional, al reunirse con los jóvenes de la JMJ de Colonia (en el verano de 2005), Benedicto XVI no habló sobre la castidad ni sobre las relaciones prematrimoniales (etc., etc…) Se concentró en el anuncio de la belleza del hecho cristiano. Un año después, algo semejante sucedió durante su viaje a España, que se había convertido en la cuna del "relativismo zapateriano", patria del matrimonio homosexual. Benedicto XVI se reunió con las familias de todo el mundo que se dieron cita en Valencia para ofrecer su testimonio sobre la belleza de sus experiencias; en esa ocasión también eligió no oponerse al gobierno español y no condenar a nadie, sino hablar positivamente.

 

Otro caso, que se puede recordar, es la valiente y evangélica respuesta del mismo Papa Ratzinger en medio de la tormenta por el escándalo de la pederastia, cuando, en lugar de señalar enemigos externos, dijo (en 2010) que la persecución más grande para la Iglesia no provenía del exterior, sino de sus entrañas, del pecado dentro de la Iglesia misma. Entonces, esa actitud no gustó nada entre los periódicos que hoy vuelven a enarbolar la bandera "ratzingeriana". Y la "Iglesia penitencial " de Benedicto se convirtió en una consigna para subrayar una cierta nostalgia por posturas y declaraciones más robustas.


También se pueden citar las palabras, que fueron interesadamente desapercibidas, que Benedicto XVI pronunció en 2011 en Friburgo, durante su último viaje a Alemania como Pontífice, cuando habló de una "Iglesia satisfecha de sí misma, que se acomoda en este mundo, es autosuficiente y se adapta a los criterios del mundo". Una Iglesia que prefiere frecuentemente la organización y la institucionalización a su llamada para abrirse a Dios y abrir el mundo hacia el prójimo. Una Iglesia que debería liberarse de "los fardos y de los privilegios materiales y políticos" para "dedicarse mejor y de forma verdaderamente cristiana al mundo entero" y estar "verdaderamente abierta al mundo".


Ni qué decir, para concluir, de otras vertientes del magisterio ratzingeriano olvidadas o manipuladas. La primera son sus palabras en contra del carrerismo eclesiástico (y aquí cada quien puede sacar las propias conclusiones sobre cuánto caso se le hizo). La segunda es la que se relaciona con la liturgia. Con el motu proprio "Summorum Pontificum" Benedicto XVI quería favorecer la reconciliación entre la mayoría de los fieles que siguen el rito romano ordinario y los pocos que prefieren la misa antigua. Quería favorecer el enriquecimiento recíproco entre las dos formas de celebrar. Su mensaje fue ignorado en muchas ocasiones y, en lugar de enriquecer o de reconciliar, la liberalización acabó por polarizar y, a menudo, dividir más a los fieles.

 

Sería necesario, pues, prestar mayor atención para no reducir a Papa Ratzinger, para no aplastar la riqueza de su magisterio haciéndolo coincidir con ciertas "jaulas ideológicas", para no hacerlo encajar en un esquema prefabricado. Por lo demás, es ejemplar lo que sucedió en noviembre de 2010, cuando una respuesta mínimamente aperturista sobre el preservativo (contenida en el libro entrevista con Peter Seewald) provocó la fuerte reacción de los custodios de la ética sexual, listos para enseñarle a Ratzinger, con sus "erupciones de doctrina", cómo ser verdaderamente ratzingeriano. (Tornielli-Vatican Insider)