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Napier, la voz de la verdad sobre la carta de los trece cardenales
21 - 10 - 2015 - SINODOS - 2014-2015
Se ha necesitado a este arzobispo africano para aclarar públicamente las verdaderas razones de la carta, de la que él es uno de los firmantes. Todo empezó en el sínodo de 2014 y en las maniobras de algunos para forzar los resultados del mismo. He aquí sus palabras textuales.

Cuatro días antes de que la carta de los trece cardenales a Francisco pasara a ser de dominio público, ya se le señalaba como uno de los "conspiradores" que querían sabotear el sínodo y atacar al Papa: > La carta de los trece cardenales. Un antecedente clave Tras la publicación de la carta, la agresión contra él y los otros firmantes ha sido aun más virulenta, con el activo apoyo de quienes gestionan en el vaticano la información sinodal. Hasta que ha llegado el día, ayer 20 de octubre, en el que el cardenal Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban, Sudáfrica, ha podido por fin decir su verdad sobre el sínodo y la carta de los trece al Papa, en el marco oficial de la rueda de prensa diaria moderada por el padre Federico Lombardi: > Press briefing... Napier ha intervenido en la rueda de prensa en calidad de copresidente delegado del sínodo. Una presencia obligatoria. Era la primera vez que uno de los trece firmantes de la carta aparecía en la sala de prensa vaticana después de que estallase el caso. No podía faltar una pregunta "ad hoc" para él. Y de hecho ha llegado, puntual y polémica, planteada por un destacado periodista del catolicismo "liberal" americano, Robert Mickens, fundador y director de "Global Pulse Magazine". La pregunta de Mickens y la respuesta del cardenal Napier, ambas pronunciadas en inglés, han sido transcritas y traducida íntegramente más abajo. Pero para que se entiendan mejor son necesarias algunas observaciones. El libro que Mickens sospecha que haya sido inspirado por el cardenal Napier es "The Rigging of a Vatican Synod?", del vaticanista Edward Pentin del "National Catholic Register", publicado el verano pasado en forma de E-Book por Ignatius Press: una reconstrucción detallada de la "manipulación" del sínodo de 2014. Efectivamente, en su respuesta para explicar los motivos de la carta de los trece cardenales, Napier parte precisamente de las maniobras que él mismo destapó y desenmascaró públicamente en el sínodo del año pasado. Napier recuerda la dinámica esencial de estas maniobras. Se desarrollaron en particular en la redacción y publicación de la "Relatio" de mitad del sinodo y, después, en la redacción de la "Relatio" final. La comisión encargada de redactar las dos "Relatio", nombrada toda ella por el Papa Francisco, estaba entonces formada por los siguientes padres sinodales: - Cardenal Péter Erdõ, relator general del sínodo; - Cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general; - Bruno Forte, secretario especial; - Cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del pontificio consejo para la cultura; - Cardenal Donald W. Wuerl, arzobispo de Washington; - Victor Manuel Fernández, Argentina; - Carlos Aguiar Retes, México; - Peter Kang U-Il, Corea; - Adolfo Nicolás Pachón, prepósito general de los jesuitas. Forte, Wuerl y Fernández fueron los más activos e inescrupulosos en llevar adelante su "agenda", como la llama hoy Napier. Pero las reacciones del aula sinodal fueron tan duras que indujeron a Francisco a incluir en la comisión, en la fase final del sínodo, al propio Napier y a un obispo australiano, Denis J. Hart. También este año la comisión para la redacción de la "Relatio" final ha sido toda ella nombrada por Francisco; en ella ha incluido de nuevo a los tres susodichos, uno de los cuales, Wuerl, ha sido en los días pasados el más ofensivo atacando públicamente a los trece firmantes de la carta al Papa, incluido Napier: > Cardinal Wuerl Calls Out Pope’s Opponents No sorprende, por lo tanto, que Napier atribuya precisamente a los acontecimientos de octubre de 2014 las "preocupaciones" sometidas este año a la atención del Papa en la carta de los trece cardenales, para que no se repitan hoy las manipulaciones de entonces. Napier juzga positiva la respuesta obtenida por Francisco, ya desde el día después de la entrega de la misiva. Pero también aclara que haber despertado de nuevo la atención del sínodo sobre los riesgos expuestos en la carta ha jugado en favor de un desarrollo más correcto de los trabajos, dado el consiguiente mayor control ejercido por todos sobre la comisión que tiene la tarea de escribir la "Relatio". He aquí el turno de preguntas entre Mickens y Napier. __________ MICKENS – Cardenal Napier, usted ha respaldado un libro escrito por uno de nuestros compañeros de profesión, en el que supongo que usted ha colaborado, y que en sustancia acusa a la secretaría del sínodo y a otros de haber manipulado el sínodo. Trece cardenales han escrito una carta al Papa al inicio de esta asamblea expresando preocupación respecto a irregularidades en la metodología. ¿Usted se ha disociado o tal vez pueda aclararnos si ha colaborado también en esta carta? Hoy nos acaba de decir que la metodología le gusta. ¿Qué ha cambiado en este sínodo respecto a la última asamblea? ¿Ha sido suficiente que el Papa haya garantizado que va bien? ¿O bien tiene algún otro motivo? Porque no parece que la metodologia haya cambiado de manera drástica. ¿Nos puede por lo menos explicar que ha cambiado en su mente, visto que ahora se considera satisfecho respecto a la última asamblea? Gracias. NAPIER – Creo que lo primero que hay que decir es que en el sínodo anterior había algunos elementos que eran motivo de preocupación. Y uno fue presentar la relación intermedia como si hubiera sido un producto del sínodo, como si formara parte de la deliberación del sínodo. Y esto no era verdad porque recibimos el documento casi una hora después de que lo recibieran ustedes, los medios de comunicación. Sólo en ese momento pudimos empezar a leerlo. Y ese documento ya decía cosas que yo sabía que habían sido dichas en el aula por dos o tres personas como máximo, pero que en cambio eran presentadas como si hubieran sido la reflexión del sínodo. Bien, esto daba ciertamente la impresión de que el sínodo había tomado una cierta dirección. Yo formaba parte también de la comisión que redactó el documento final. Y también allí había algunas materias que, de nuevo, tomaban una cierta dirección. Por consiguiente, en este sentido parecía que una particular ideología, o agenda, o como se quiera llamarla, estaba en marcha. Y la carta a la que usted hace referencia es, por cierto, una carta privada de cardenales y obispos dirigida al Papa y escrita en el espíritu de lo que el Papa Francisco había dicho al inicio del sínodo del año pasado, cuando dijo: "Por favor, hablad abierta y honestamente, pero escuchad con humildad". Y estaba dirigida a él con este espíritu. El Papa Francisco ha respondido enseguida con la declaración que ha hecho al día siguiente, pienso, de haberla recibido. Y esto ha marcado una diferencia enorme en el grado de seguridad y confianza, porque las preocupaciones han sido tomadas en consideración, se ha prestado atención a las mismas y a partir de ese momento todos hemos ido a trabajar al sínodo con todo nuestro potencial. Y pienso que esto es lo que he experimentado y es el motivo por el que considero que este sínodo retoma su andadura desde donde la había dejado esa primera semana del sínodo precedente, cuando todos éramos optimistas y estábamos impacientes por trabajar juntos en serio, como un equipo, sobre las cuestiones, con esa sinodalidad – al Papa le gusta tanto usar estas palabras, colegialidad y sinodalidad –, trabajando juntos como colegas en la dirección de lo que es mejor para la Iglesia. SMagister (ChiesaEspreso)