Para la ocasión, se contó también con la presencia del senador belga Philippe Mahoux, el padre de la ley que despenalizó la eutanasia en Bélgica en 2002 y la de 2014 que la extendió a los niños.

“El gran día, aunque ante un público reducido”, explica el periodista, el senador pudo exponer su visión de la eutanasia, “un gesto último de humanidad, ¡que es un gesto de vida!”.

Su reflexión tomó después las formas de campaña promocional: “El escándalo no es la muerte, sino el sufrimiento y la enfermedad. Y más cuando se trata de un niño”.

El senador también apeló a los políticos franceses a simplificar para ofrecer “un espacio de libertad”, y así pedir una eutanasia “sin límite de edad”, precisó.

Predicar a los convencidos

Según el periodista de Famille Chrétienne, ninguna objeción interfirió el discurso, evidentemente el senador predicaba a convencidos. “Barría las críticas con sus manos”.

Afirmaba que sus opositores tienen “una visión elitista de la práctica médica, de individuos animados por convicciones religiosas”.

Como era de esperar, los siguientes ponentes compitieron en el “discurso que glorificaba el individualismo”, escribió el periodista.

El único problema, apuntado por un “habitual del lugar”, el diputado del PS de Rhone Jean-Louis Touraine: el bloqueo en la Asamblea Nacional de las medidas a favor de la eutanasia de los adultos, una etapa previa indispensable para permitir a los participantes de este debate ejercer ahora su presión en el fin de la vida de los niños.

(ALETEIA)