Esta medida ha sido propuesta como una forma de que las mujeres tengan mayor participación en la vida de la Iglesia, ya que las funciones del diaconado se orientan “no hacia el sacerdocio sino hacia el ministerio”.
El concilio Vaticano II enumera las funciones litúrgicas y pastorales del diácono: “Administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos leer la sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y sepultura”.
Estas funciones, según esta propuesta, ahora podrían ser desempeñadas por mujeres. El arzobispo canadiense también habría propuesto en su intervención que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad en la curia romana.
(INFOVATICANA/Foto: vida-nueva.com)