Mons. Gądecki advierte que la Iglesia «no puede cantar con cien voces diferentes como a la postmodernidad le gustaría.»
«Si la Iglesia enseñara diez o cien doctrinas» diferentes, añadió, «se rompería en cien iglesias. Sin embargo, la Iglesia es una, católica y apostólica». De esa manera el prelado, uno de los tres obispos polacos que asisten al Sínodo Ordinario de Octubre, respondió a las tesis del Cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia de Obispos de Alemania. El purpurado dijo que los obispos alemanes no podían esperar al presente Sínodo de la familia para tomar tal o cual decisión, y que la Iglesia de Alemania no es una «subsidiaria de Roma.»
Mons. Gadecki también rechazó que se pueda dar un espíritu de consenso en el sínodo, al preguntar:

«¿Que compromiso puede existir entre la verdad y la mentira?»
En relación a la idelogía de género, el presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia indicó que su difusión hace que «lo bueno de tener un matrimonio y una familia se pone en duda. Las instituciones matrimonial y familiar son destruidas al ser etiquetadas como ‘opresivas’» lo cual hace daño a la humanidad en vez de engrandecerla. El arzobispo adviertió que dicha ideología puede tomar varias formas pero el objetivo es el mismo: «la pulverización de la sociedad para que el hombre esté solo y sea mas fácil de manipular»
De hecho, el prelado dijo que la ideología de genero tiene algunas similitudes con el comunismo, como por ejemplo que no tiene cuenta «la persona humana» y es aun peor que el marxismo porque es «pura ideología que está empeñada en destruir las relaciones maritales y familiares»
Mons. Gedecki también resaltó el problema de abordar la misericordia sin hacer énfasis en la justicia, el pecado y la noción de la verdad. «Ese es un error hermenéutico (un error de interpretación),» dijo. «La justicia y la misericordia son inseparables una de otra». Una persona puede experimentar la misericordia «convirtiéndose, volviendo a la Casa del Padre después de mirar al abismo»
E hizo hincapié en que «no importa en que situación se encuentre un matrimonio, sea regular o irregular, tienen que estar conscientes de que la Misericordia Divina los acompaña, sin mudanza alguna. Solo entonces, en ese entorno, podrán evitar caer en la culpa y recibir fuerzas para liberarse del pecado y volver a la vida en gracia».
Traducción de Laura Alesci, del equipo de traducción de InfoCatólica