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Primera entrevista del Papa a una radio independiente
12 - 09 - 2015 - PAPADOS - Francisco

Francisco cumplió una vieja promesa a su amigo Marcelo Figueroa, argentino presbiteriano, a quien le concedió una entrevista que será difundida este domingo en la radio FM Milenium de Buenos Aires

Amistad. Ese era el tema del programa que nunca fue. En 2013 Jorge Mario Bergoglio, Abraham Skorka y Marcelo Figueroa habían llegado a la emisión número 33 del ciclo “Biblia, diálogo vigente” que se transmitía por el canal de televisión 21 la Arquidiócesis de Buenos Aires. Pero esa mesa de debate 33 no se concretó en realidad, por el viaje del cardenal al Cónclave de marzo de ese año. De Roma no volvió y el proyecto quedó trunco. Ahora, en la primera entrevista a una radio independiente de Argentina, el Papa cumplió su promesa.

Se transmitirá este domingo en el programa “Diálogos para el encuentro” que va a las 17:00 horas y que se sintoniza en el 106.7 de la Frecuencia Modulada de la capital argentina. El conductor es justamente Figueroa, quien conoce a Francisco desde hace 15 años.

Según anticipó la emisora se trata de una charla “fraternal y profunda” que invita a reflexionar especialmente sobre la amistad: La amistad personal, la amistad con Dios y de Dios, la amistad entre confesiones de fe como vehículo hacia la paz y la amistad del hombre con la creación. Además la entrevista aborda la relación del pontífice con la gente, los encuentros personales, su rol universal como pastor, la cultura del encuentro, los fundamentalismos, el cuidado de la “casa común”, la esperanza y la fe.

Para Marcelo Figueroa no ha existido cambio alguno entre el Bergoglio que conoció en su país y el Papa argentino. Nada se ha modificado en su pensamiento, en su profundidad espiritual, su visión hacia las periferias, los pobres, los desplazados y lo que él llama la cultura del descarte, su forma de vivir, su coherencia entre lo que dice, lo que vive y lo que hace.

“Eso es lo más llamativo, creo que es la misma persona en Buenos Aires, vestido de negro, y acá vestido de blanco. Eso lo convierte en un ser único”, dijo hace un par de semanas al Vatican Insider, en una entrevista realizada durante el mismo viaje en el cual él grabó la suya con el Papa.

Entonces agregó: “Los cambios que veo están relacionados con un sentimiento profundo de lo que él considera su misión en este momento como Papa y eso nace de una convicción profunda de que Dios lo ha llamado para hacer esto, un lugar que él no ambicionaba pero que tomó como un llamado de Dios, por eso le está dedicando toda su vida, su energía y cada minuto de su existencia”.

Prebisteriano, él conoció a Bergoglio durante su tiempo como director de las Sociedades Bíblicas Unidas de Argentina. Desde ese entonces trabaron una larga amistad. Convencido constató que Francisco es un hombre que ama profundamente a la Iglesia y por eso ha tomado “sin ningún tipo de temor” la decisión de concretar algunas reformas importantes en situaciones que estaban causando problemas.

Aseguró que tiene una visión muy precisa de lo que está pasando en el mundo y eso lo convierte en un referente espiritual y moral para toda la humanidad. Insistió que, desde su lugar, está planteando la necesidad de enfrentar un sistema que “está en contra del hombre mismo” en aspectos como el cuidado de la naturaleza, el sistema económico que está influyendo para mal en la ecología y las injusticias hacia los pobres, la acumulación de poder y dinero como un ídolo. Apuntó que el Papa está denunciando como pocos el “actual sistema utilitario” con respecto a las personas, un funcionamiento en el cual están inmersos todos y que es “francamente diabólico”.

Figueroa fue quien convenció a Bergoglio de aparecer en televisión. El cardenal se resistía y él le propuso ensayar, al menos, con un solo programa. Colocó como hilo conductor a la Biblia. Tanto gustó esa primera experiencia que se replicó otras 31 veces.

Al respecto explicó que el objetivo era dar visibilidad al diálogo ecuménico e interreligioso, demostrar que se podía hablar desde las diferencias, sin licuar la propia identidad, escuchándose y respetándose mutuamente, sin negar los propios valores pero sin considerarse dueños absolutos de la verdad.

Aquel ejercicio, en esa mesa de tres, es en realidad la apuesta del Papa argentino por un diálogo sin caretas, despojado de toda pretensión de supremacía, capaz de dejar fuera a los fundamentalismos, porque “el verdadero mal de las religiones que es la ideología o el dogma por encima por la fe”.

“El fundamentalista hace un reduccionismo de la verdad, para que esta sea tan pequeña y propia que la pueda dominar. Esa verdad pequeñita la utiliza para condenar, con palabras y a veces con hechos, a aquellos que no piensan como uno. Eso es lo que está pasando. Nosotros no podemos no dar su espacio, incluso a las religiones cuyos fundamentalistas son los más agresivos, si quieren dialogar y no demonizarlos, porque si lo hacemos entraríamos en una rueda espantosa”, precisó Figueroa.

Él se siente parte de ese diálogo genuino y honesto encarnado por el Papa, más allá de los gestos de diplomacia, porque “la diplomacia la hace cualquiera”.

“Algunos periodistas creen que Francisco habla para el diario de mañana, pero él siembra a largo plazo, está escribiendo las enciclopedias que se van a estudiar dentro de 30 o 40 años, el propone el contenido de las conversaciones que nuestros hijos y nietos van a debatir”, sostuvo.

Y no dudó en advertir: “Debemos tratar de entender que la mirada de Francisco está yendo hacia la profundidad de lo que está pasando en un mundo marcado por las tinieblas, donde hay una gran crisis y está cubierto por un manto de sombra. Por eso es un momento decisivo. No vale la pena gastarse en pensar si el Papa apoya a tal o cual persona, político o corriente. Esas son discusiones mezquinas con respecto a su visión. No reduzcamos entresacando frases o gestos, fuera de una visión un poco más generosa, más alta. Despertemos y veamos lo que está haciendo”.(VATICAN INSIDER)