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Promocionan la castraciĆ³n masculina
29 - 10 - 2013 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Demografica

En Adelaida (Australia), en la semana de la Science Exchange, se ha lanzado la Jornada Mundial de la Vasectomía, la propaganda parece estar dirigida a los ciudadanos del mayor mercado emergente: el gigante asiático. La inhabilitante cirugía (servatis servandis) aplicada a los animales y antiguos esclavos se presenta como la panacea para la regulación de la natalidad y control poblacional. Sencillo y barato.

En Adelaida, en Australia, con ocasión de la semana de la Science Exchange, el pasado 18 de octubre se ha lanzado la Jornada Mundial de la Vasectomía. Sí, vasectomía, habéis leído bien: sección de los conductos deferentes, los canales del esperma en el pene masculino. Para dar publicidad al feliz anuncio, se han ofrecido en directo streaming los videos de 16 operaciones ejecutadas en directo frente al público de Adelaida.

A primera vista parecería una publicidad al revés, para asustar a la gente y hacerla huir corriendo dejar que te operen siempre da miedo. Dejar que te toquen las partes íntimas masculinas es aterrador. Ver lo que sucede en un quirófano es físicamente repugnante (incluso los estudiantes de medicina, al principio, se desmayan), aunque sea sólo para extraer una muela. Figurémonos para una intervención que consiste en una castración parcial. Quizás en un mundo como el de hoy sea posible hacer publicidad con las imágenes más impresionantes, considerando que hay gente que paga abonos a canales vía satélite para disfrutar del espectáculo de enteras operaciones de cirugía plástica. Y cada vez más jóvenes pagan para hacerse piercings o incluso marcarse a fuego. Parece que los promotores de la iniciativa, entre ellos la Planned Parenthood (lobby antinatalista) y la Organización Mundial de la Salud, cuenten precisamente con este gusto por el horror y el instinto al revés. “La parte más difícil es hacer ver la vasectomía como algo atractivo”, admite el urólogo Stein, uno de los médicos que han operado en vivo y en conexión internet. Para sensibilizar cada vez a más gente se ha rodado también un film-documental, educativo, “El vasectomista”, dirigido por Jonathan Stack, un director ganador de un premio Emmy.

Más allá del horror físico, ¿qué decir del mensaje que esta operación de marketing quiere difundir? Según la OMS y la Planned Parenthood, la vasectomía es el método más eficaz y menos costoso de contracepción. Se hace estéril al varón (es más fácil que esterilizar a la mujer) y se puede llevar una vida sexualmente activa, incluso sin preservativo y sin el fastidio de correr el riesgo de tener uno o más hijos por en medio. Esta es la lógica, así de clara, explicada también por el profesor de la Stanford University Paul R. Ehrlich: “Los hombres de estos países (NdR India y China) deberían delirar de felicidad: evitan para siempre a sus mujeres y novias el peso de la contracepción”. Y así quizás no se ven “obligados” a tirar a la basura al recién nacido, como ha sucedido en Mumbai (India), hace pocos días: un primer niño (aunque le habían incluso acuchillado) fue encontrado milagrosamente vivo, en cambio una recién nacida, pocas horas después, fue encontrada muerta. Dos de los muchísimos infanticidios a los que se recurre, en esos lugares, como “eficaz y económica” política antinatalista. En China, en cambio, la vasectomía, muy a menudo, no es una elección, sino una práctica forzosa. Sirve para implementar la “política del hijo único”, que impone la esterilización forzosa, multas altísimas, cárcel y destrucción de la casa familiar (en los casos peores) si uno se atreve a tener más de un hijo por pareja. A las decenas de millones de chinos, víctimas de estas represiones, los organizadores de la Jornada Mundial de la Vasectomía, lanzan un mensaje claro: “No esperes a que te castre el camarada policía, esterilízate tu antes”.

La Jornada de la Vasectomía es mundial, pero está dirigida sobre todo a las potencias asiáticas. ¿Quizás para eliminar a competidores peligrosos? Queda siempre la duda de si el objetivo, aunque bien escondido, sea éste: impedir el crecimiento de un gran mercado interno y cada vez con más bienestar en India y en China. Pero los promotores de la iniciativa podrían incluso tener buena fe y creer que hacen un bien a estas potencias emergentes. Porque aún está muy difundida la idea de que cuantos más hombres hayan, más pobres serán. Están aún bloqueados en la teoría de Thomas Robert Malthus (1766-1834), el cual estaba convencido de que los recursos agrícolas a disposición pudieran aumentar a una velocidad inferior respecto al crecimiento demográfico. Por tanto, según él, no habría alimento suficiente para todos.

Esta teoría ha llevado a “desagradables” consecuencias políticas: la guerra vista como “higiene del hombre” durante todo el siglo XIX y principios del XX, el colonialismo para conquistar recursos y encontrar lugares en los que aparcar la población creciente, la eugenesia (esterilización forzosa de personas arbitrariamente consideradas “indignas” de reproducirse) práctica difundida en los países escandinavos hasta los años 70, finalmente el nazismo, que pretendía ganar un espacio vital para la creciente población alemana, conquistando territorios (en el Este europeo), y eliminando “razas” humanas consideradas “inferiores” que habrían constituido una competencia demasiado molesta en la repartición de los recursos. Pero prescindiendo de las consecuencias políticas de la teoría de Malthus, ésta se ha revelado… totalmente equivocada. Cuando la escribió, en las primeras décadas del siglo XIX, la población mundial era algo inferior a los mil millones. Hoy somos siete veces más numerosos. Y sin embargo, extrañamente, el hambre en el mundo afecta a una población cada vez menor. Entre 1990 y 2012, el porcentaje de personas que sufre hambre crónica ha disminuido del 18,6% al 12,5%. En el mismo periodo , la población mundial ha pasado de los 5.300 millones de 1990 a los 7.000 actuales. Al crecer la población, crecen los recursos. Obvio: no solo hay más gente que consume, sino también más gente que produce. Y más mentes pensantes buscando nuevos métodos de producción.

La Jornada Mundial de la Vasectomía ignora estas realidades elementales. Vuelve atrás a la mentalidad de principios del siglo XIX. Y propone, como brillante futuro para nosotros, castrar al hombre.(Aleteia)

(NdR) ¿En que consiste la vasectomía? ¿Cuál es la enseñanza de la Iglesia al respecto?
* La vasectomía consiste en cortar los dos conductos deferentes, que son esos tubos que transportan los espermatozoides desde los testículos hasta el pene. De esta manera, no salen al exterior y resulta imposible tener hijos. En rigor es una castración parcial, sí es una esterlización perpetua.

*Hay que excluir igualmente, como el Magisterio de la Iglesia ha declarado muchas veces, la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer ; queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio hacer imposible la procreación (Humanae Vitae 14)