"Aprecio grandemente que las negociaciones incluyeran una rica discusión sobre la misión y propósito de la educación católica y el papel vital que juegan nuestros profesores de secundaria en el cumplimiento de esta misión", afirmó el prelado en un comunicado con motivo del acuerdo. "Estoy satisfecho porque estas discusiones reforzaron y clarificaron los propósitos y roles que habían sido referenciados en contratos anteriores".
En el preámbulo del acuerdo contractual con la unión de profesores, este gremio "reconoce la naturaleza única del sistema de escuelas secundarias arquidiocesano en cuanto es Católico Romano, comprometido a dar educación en el marco de los principios católicos". La doctrina católica permanece como elemento supremo del acuerdo, de forma que los maestros aceptan que todos los profesores laicos "deben realizar sus deberes de acuerdo con los preceptos y doctrinas de la Iglesia Católica Romana, y deben conducirse en todo tiempo durante el cumplimiento de estos deberes en una manera que mantenga los estándares de la Iglesia".

De igual manera, el acuerdo final reconoce que el propósito de las escuelas católicas es "afirmar los valores católicos a través del Evangelio de Jesucristo" y que se espera que los maestros "apoyen el propósito de las escuelas católicas en manera tal que su conducta personal no impacte de forma adversa su habilidad de enseñar en nuestras escuelas católicas". Las partes reconocen que en caso de conductas inadecuadas dentro o fuera de la escuela se puede analizar si dicha conducta afecta la capacidad del profesor para continuar su trabajo.

El acuerdo pone fin a la controversia animada por grupos de presión sobre las condiciones contractuales sobre el testimonio público de los maestros fuera del ámbito escolar y el cuestionamiento a la exigencia por parte de la Iglesia de coherencia de vida para quienes tienen la misión de educar a los estudiantes católicos. Mons. Cordileone recibió durante el período de negociaciones varias muestras de apoyo por parte de los fieles, quienes denunciaron la creación de campañas en contra del prelado por su fidelidad a la doctrina de la Iglesia en materia de educación católica.

Con información de Arquidiócesis de San Francisco.(GAUDIUM PRESS)