«Cristianos y musulmanes sienten que es una amenaza. Algunas personas, por fortuna solo una minoría, pronuncian palabras que incitan a la violencia. Ya hemos visto las consecuencias: no solo iglesias quemadas, sino peor: cuando algunos extremistas hebreos quemaron una casa con una niña dentro. Quemar es algo odioso. Los ordinarios católicos han hecho su deber civil. Aquí muchos creen que hay un peligro real». Lo dijo el padre David Nauhaus, Vicario del Patriarcado latino de Jerusalén para los católicos de lengua hebrea, en una entrevista con el telediario Tg2000, de la televisora italiana Tv2000, al comentar las palabras del rabino Benzi Gopstein, líder del grupo extremista Lehava, una organización racista, quien incitó a la violencia en contra de las iglesias y mezquitas de Israel.

Gopstein, en una declaración pública indicó que es lícito quemar iglesias y mezquitas, pues, en su opinión, está previsto por la ley hebraica. Después de estas declaraciones, los ordinarios católicos de la Tierra Santa denunciaron al rabino extremista ante las autoridades.

«Pensamos que era importante ir a la policía -explicó Neuhuaus-, para que tomara medidas en contra de una persona que representa un peligro para la sociedad. Esta persona va orgullosa de haber dicho que hay que quemar iglesias y mezquitas en Israel».

«Nuestra convivencia con los hebreos -concluyó Neuhaus- es muy cordial y fraterna. Los extremistas, gracias a Dios, son una minoría, pero cuando la mayoría calla existe el peligro de que estos puedan hacer cualquier cosa sin miedo de las consecuencias jurídicas por parte de las autoridades. Nosotros tenemos relaciones cordiales con la mayor parte de los hebreos. Además, hay que decir que hubo organizaciones hebreas que pidieron a la Iglesia que denunciara al rabino ante las autoridades».(VATICAN INSIDER)