Es interesante comparar estos resultados con las encuestas anteriores que Gallup dedicó a Francisco.Un mes después de la elección, en abril de 2013, Papa Bergoglio era visto favorablemente por el 58% de los estadounidenses, desfavorablemente por el 10% y el 31% no tenía una opinión o no había escuchado hablar sobre él.

La popularidad de Francisco había aumentado en febrero de 2014, pues según los datos de Gallup en ese periodo el 76% de los estadounidenses lo veía favorablemente, el 9% desfavorablemente y el 16% no tenía una opinión o no había escuchado hablar de él.

Como se puede ver, la popularidad de Francisco en los Estados Unidos, según el último sondeo, parece haber vuelto a los niveles en los que se encontraba durante los primeros meses después de la elección. Y el porcentaje de los que lo perciben desfavorablemente aumentó, pasando del 9 al 10% en los dos primeros sondeos al 16% de este último.

Al analizar los diferentes grupos de entrevistados, se puede ver que la popularidad de Francisco sufrió principalmente entre los católicos (que pasaron del 89 al 71%, con una disminución del 18%) y entre los estadounidenses que se definen políticamente conservadores (pasando del 72 al 45%, con una disminución del 27%). Entre los que se definen liberales, la disminución fue del 14% (los que veían favorablemente a Papa Francisco eran el 82% el año pasado, y ahora pasaron al 68%). La disminución fue mínima entre los que se definen moderados.

La encuesta consistió en llamadas telefónicas a 1009 adultos de 18 años en adelante que viven en los cincuenta estados del país, con un margen de error de ±4% y un nivel de confiabilidad del 95%. Como sucede con las encuestas de este tipo, hay que tener cautela antes de llegar a ciertas conclusiones. Pero lo que se puede afirmar es que probablemente tanto los niveles más elevados de la popularidad de Francisco como los más bajos de julio de este año tienen que ver con la imagen que se ha presentado del Pontífice: el revolucionario que habría cambiado toda la Iglesia, sumándose al programa de la ordenación femenina, de los sacerdotes casados y del sí a los matrimonios entre personas del mismo sexo; el Papa «marxista» enemigo de la economía capitalista.

Como ya sucedió con los casos de sus predecesores Benedicto XVI y Juan Pablo II, los porcentajes cambiarán después de su viaje a los Estados Unidos, cuando un numero mayor de ciudadanos estadounidenses podrá seguir de cerca las actividades y las palabras del Papa. Papa Ratzinger llegó a una popularidad del 63% en abril de 2008, cuando visitó los Estados Unidos, y después disminuyó al 40% en 2010, en plena tormenta por los escándalos de la pederastia clerical que el mismo combatió férreamente. En cambio, Juan Pablo II tenía una popularidad del 78% en febrero de 2005, a pocas semanas de su muerte.(VATICAN INSIDER)