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El Nobel Esquivel explica por qué el Papa eligió visitar Quito, Asunción y La Paz
08 - 07 - 2015 - PAPADOS - Francisco

Con doce discursos públicos en programa, seis reuniones privadas con presidentes, encuentros con representantes campesinos, sindicales y de la sociedad civil, la segunda visita sudamericana de Papa Francisco adquiere un carácter político que, según su amigo y Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, debe ser interpretada desde el papel de “pastor y mediador, que Bergoglio asume en donde haya un conflicto”

Señor Esquivel, con respecto a la Jornada Mundial de la Juventud, que Francisco celebró en Brasil en 2013, ¿cuáles son las diferencias con este nuevo viaje a Sudamérica?


Pesa mucho, en sentido positivo, el hecho de que Francisco haya logrado re-pacificar Cuba y los Estados Unidos. Estaba en el Vaticano en mayo, cuando el Papa recibió al presidente cubano Raúl Castro y puedo garantizar que se trata de una cuestión en la que trabajó mucho y que toca la sensibilidad de todos nosotros los latinoamericanos.


¿Por qué decidió visitar Ecuador, Bolivia y Paraguay?
 

Porque los considera lugares en los que la situación es más crítica y en los que se necesita una figura como la suya que funja como mediador.


¿Cree que se pronunciará explícitamente sobre temas difíciles?


No, su intervención será principalmente pastoral, pero en la visión de Francisco no hay nada aséptico. Es una persona concreta y sabe que, como misionero, no deja de ser un punto de referencia político.



¿Cuáles son los problemas que más le interesan?


Ecuador afronta dificultades muy serias. Los últimos han sido meses de caos social y de protestas en contra de la administración de Rafael Correa.

 

Correa suspendió los impuestos que desencadenaron el disgusto. ¿Es mérito del Papa?


Ciertamente. No fue suficiente para calmar completamente los ánimos, pero es la prueba de que la intervención del Papa empuja a los gobiernos a asumir posturas más diplomáticas. Al final, la última palabra la tienen ellos, pero este ejemplo da esperanzas, incluso para los demás países por los que pasará.


¿Cuáles son los problemas en Bolivia?

De los tres estados, este es el caso menos grave. El presidente Evo Morales ha logrado hasta ahora encontrar un compromiso frente a los reclamos más consistentes de los ciudadanos. Creo que Francisco querrá hablarle de la contienda que mantienen con Chile, por tener un acceso al mar a través de su territorio. La idea es la de dejar a un lado las causas internacionales y sentarse todos en la misma mesa.

 

¿Y en relación con Paraguay?

En los últimos 50 años he podido conocer la situación. Es un estado agrícola en el que los campesinos viven en una pobreza extrema y con pocos derechos. La expansión de los latifundios de la soja está poniendo en jaque a las pequeñas propiedades, y Francisco sabe que se necesita una reforma agraria.



¿Por qué evitó Argentina?


Porque estamos en plena campaña electoral y su presencia sería instrumentalizada. Los políticos se pelearían por una foto a su lado, y decidió posponer el viaje hasta 2016.


En Venezuela hay una emergencia económica y social muy grave. ¿Por qué el Papa no quiso visitarla?


Bergoglio está muy preocupado por lo que está sucediendo y la Iglesia se ha movilizado para acercar a las partes. Creo que Francisco quiere interceder con los principales aliados que Venezuela tiene en la región, como Ecuador y Bolivia, para llevar al presidente Maduro a dialogar con la oposición.


¿El primer Papa latinoamericano es más sensible a los problemas de América Latina que a los del resto del planeta?


No, su visita a Medio Oriente y el viaje a Lampedusa demuestran que Francisco trata de afrontar todos los problemas. (Filippo Fiorini-VATICAN INSIDER)