Boubakeur, plantea la cuestión de reconvertir iglesias en mezquitas en «Carta abierta a los franceses» (de pronta publicación) ilustrándolo con el caso de un monasterio en Clermont-Ferrand que cedió a musulmanes una capilla sin culto.
Cuando el entrevistador le preguntó y le volvió a plantear la cuestión respondió «es un problema delicado, pero ¿por qué no? Es el mismo dios, son ritos vecinos, fraternales, y creo que musulmanes y cristianos pueden coexistir y vivir juntos».
Desde la declaración de la «laicidad» francesa de 1905, los nuevos templos católicos pertenecen a la Iglesia, pero los anteriores no necesariamente. El caso que plantea Boubakeur en su libro fue la cesión por parte de las hermanas de San José de una capilla durante 30 años, a petición del obispo. Desaparecieron las vidrieras cristianas, las imágenes fueron amontonadas en un sótano y fue instalada una gran alfombra. Cuando terminó el uso musulmán, la congregación vendió la capilla a ortodoxos rumanos.
La escalada de declaraciones de políticos ha sido tan fuerte que las horas tuvo que desdecirse un poco «a día de hoy no hay ningún deseo ni voluntad de un proyecto en este sentido».
Vaya por delante que no me parecen unas declaraciones prudentes de Boubakeur, pero la responsabilidad de que esto pueda darse no es suya. Por pedir, mientras sea pacíficamente, que pida. El cacao interreligioso que tiene no parece absolutamente desmotivado dadas algunas declaraciones de eclesiásticos.
En Bélgica, Alemania y otros países europeos, ya se ha empezado a andar el camino. Lo de la Catedral de Córdoba va a ser un chiste.(Juanjo Romero-INFOCATOLICA)