"Partes sustanciales del currículo contradicen las enseñanzas católicas", advirtió el pasado jueves 11 de junio en un declaración formal Angela Kennedy, miembro de la Junta, cuya comunicación recibió el apoyo de Garry Tanuan, otro de los miembros. "Las escuelas católicas no deberían ser forzadas a enseñar un programa que no se basa en la expresión de la sexualidad en el amor y el matrimonio".
La propuesta de aplazamiento se enfrenta sin embargo a la obligación legal de su implementación y a la posibilidad ofrecida de elaborar recursos especiales para profesores católicos. Los abogados aconsejaron a la Junta hacer uso de estas alternativas y alertaron sobre la ilegalidad de no aplicar el currículo dispuesto.

"Para mí el hecho de que el gobierno haya permitido un recurso especial de enseñanza a las escuelas católicas para implementar el programa es una advertencia", afirmó Kennedy. Para la representante, esta alternativa "no parece ser una solución total", ya que la libertad concedida se dirige a las discusiones en el salón de clase y los contenidos generales producirían "expectativas generales con las cuales estamos en desacuerdo".

Con información de Catholic World News y The Star.(GAUDIUM PRESS)

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