Amparándose en la libertad de expresión, los organizadores de la exposición han permitido que en un centro cultural donostiarra se exhiban frases como “Quemar el Opus Dei” y otro tipo de amenazas verbales contra los cristianos y la Iglesia. Las autoridades no sólo han considerado que la violencia y la falta absoluta de tolerancia y respeto son manifestaciones artísticas, sino que han financiado estos ataques.
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, criticó con dureza al Gobierno de la Diputación de Guipúzcoa por patrocinar y financiar la exposición y le acusa de ser plenamente responsable de los ataques a los cristianos y la libertad religiosa. Munilla pidió explicaciones a la Diputación, pero el Gobierno de Bildu no se dignó a proporcionarle ninguna respuesta.
Munilla añadió que sería impensable una exposición en el Koldo Mitxelena con un grafiti que dijera “la mezquita o la sinagoga que más ilumina, es la que arde” y se preguntó cómo se puede explicar la falta de respeto hacia la cultura cristiana.
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