En este contexto, en que se vive una situación de agitación importante en el país báltico, el cardenal Janis Francis Pujats ha salido en defensa de la fe católica y de las costumbres y tradiciones de Letonia. Fue el pasado lunes 18 de mayo, en un discurso que daba a una comisión parlamentaria que estudiaba la muerte de 54 personas al derrumbarse el techo de un centro comercial.
Obligada a dimitir
El cardenal Pujats resaltó que vivimos en un mundo de valores morales cada vez más difusos. Criticó a la Unión Europea por lanzar “una Cruzada interna contra la fe cristiana”. Y aún Fue más lejos, declarando que ” aunque sea duro decir esto, ni los regímenes de Hitler ni de Stalin se atrevieron a elevar la pederastia a nivel de políticas de estado”.
Ya en octubre, el Arzobispo Zbignevs Stankevics declaró que la homosexualidad “destruía la identidad humana, y criticó a la vecina Estonia por adoptar leyes que equiparan el matrimonio con uniones homosexuales.
La presión de los grupos de presión de ideología de género en Letonia quedó patente en diciembre, cuando el ministro de exteriores Edgars Rinkevics hizo pública su condición de homosexual. Entonces, cuando una dirigente el Partido de la Unidad, en coalición con el gobierno, hizo un comentario en una red social contra el homosexualismo, fue obligada a dimitir.
Según el alcalde de Riga, Andris Ameriks, la población de la ciudad está mayoritariamente en contra de los actos de reivindicación homosexualista de junio. Según el regidor, el 75% de la población se opone, y sólamente el 2´5% lo apoya. El ayuntamiento de la ciudad se opone a la celebración del Europride, organizado por una entidad privada, aunque lamenta no poder hacer nada por evitarlo.
Mientras, los organizadores dicen haber realizado su propia encuesta, según informa “Gay Star News”, y según sus resultados el apoyo de la población llegaría hasta el 4%.
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