CRISTO HOY
CRISTO HOY

   Sitios Recomendados
        El Vaticano
        Aica
        Rome Reports
        Noticias Vaticanas
  
Muere el "Ratzinger de América", el cardenal George
18 - 04 - 2015 - IGLESIA - América

El cardenal Francis George perdió la batalla contra el cáncer a los 78 años. El sexto cardenal en liderar 2.3 millones de católicos de Chicago, Francis George murió el 17 de abril, tras varios años de luchar contra el cáncer.Puso en marcha la 'tolerancia cero' contra los abusos y se opuso al matrimonio gay. Fue crítico del Papa Francisco.

Originario de Chicago, George nació el 16 de enero de 1937 en el Sector Oeste de la ciudad. Sus padres se llamaban Julia y Francis.

Asistió a la escuela St. Pascal antes de salir de la ciudad para asistir a la preparatoria-seminario para perseguir su sueño de convertirse en sacerdote.

"Me gustaría pensar que era una llamada de Dios", recordó George en entrevista a NBC 5. "Empecé a pensar en ello cuando hice la Primera Comunión".

El cardenal era conocido por su resistencia. Contrajo polio a los 13 años, y el Seminario Quigley lo rechazó.

Se unió entonces a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. A pesar de llevar una pierna ortopédica, siempre estaba dispuesto a disfrutar de la vida.

George contaba con una licenciatura en teologia, como también maestrías y doctorados en esa disciplina y en filosofía.

Con los oblatos, George emergió de las filas y estuvo en Roma durante 12 años, viajando por el mundo como su Vicario General.

Regresó a Chicago vía Portland, donde fue arzobispo, y Yakima, Washington, donde fue obispo durante cinco años.

Un año después de su nombramiento a Chicago, el Papa Juan Pablo II elevó a George al Colegio de Cardenales, y en 2007, se convirtió en el presidente de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos.

"Es un cargo simbólico", dijo George en noviembre de 2007.

 

Como cardenal, que jugó un papel en la selección de los dos papas, Benedicto 16 y Francisco, era conocido como el líder de la iglesia Católica de Estados Unidos al que había que recurrir.

"Era necesario hacer algunos cambios", dijo a NBC Chicago en marzo de 2013. "El estilo es la sustancia".

Los problemas financieros de la iglesia obligaron George a cerrar escuelas católicas y despedir empleados. Su manejo de la crisis de abuso sexual de sacerdotes, dijo a los periodistas, fue un punto bajo en su carrera, y admitió que él no aceptó plenamente cuán grave era la situación.

"Las cosas no resultaron como se esperaba", dijo. "No se está tan seguro a quién se puede confiar".

Sin embargo, no retrocedió ante controversias sociales. Se opuso a Obamacare, se reunió en privado con políticos católicos, como el ex gobernador Pat Quinn y se pronunció en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Con los años se enredó con el estilo abierto del sacerdote Michael Pfleger, pero finalmente le pidió que fuera la voz de la arquidiócesis contra la violencia.

 

"Siempre he tenido una buena relación con el padre Pfleger, pero a veces dice cosas con las que no estoy de acuerdo", dijo George en 2012.

En 2012, cumpliendo con lo que manda la Iglesia católica y tras cumplir 75 años, George presentó la renuncia a su cargo. Precisamente ese mismo año, el cáncer reapareció comprometiendo su hígado y un riñón.

A principios de marzo, escribió a los feligreses que iba a iniciar una ronda más agresiva de quimioterapia y dijo: "Es probable que con el tiempo sea la causa de mi muerte".

Apenas unas semanas antes de la celebración de su 50 aniversario como sacerdote, el cardenal habló un día de conocer el próximo arzobispo de Chicago.

"Espero conocer a mi sucesor", dijo George en el momento.

El 20 de septiembre, fue precisamente lo que ocurrió. Conoció al obispo Blase Cupich, de Spoken, a quien el papa Francisco designó como su sucesor.

Un apartamento, a un paso de la Catedral del Santo Nombre, estaba listo para el retiro del cardenal, pero George optó por no mudarse. En sus últimos meses, George fue parte de un nuevo tratamiento para combatir el cáncer.

Será recordado por mantener un horario riguroso hasta el final. Chicago es conocida como la diócesis insignia en Estados Unidos, y los cambios que la Iglesia ha experimentado aquí han marco a la Iglesia en todo el mundo.

"Me encanta Chicago, me encanta estar aquí, pero a veces no me encanta todo lo que sucede, a muchos tampoco", dijo.

 


Declaración del arzobispo Blase Cupich


Un hombre de paz, tenacidad y coraje ha sido llamado a casa con el Señor. Nuestro amado Cardenal George falleció hoy a las 10:45 a.m. en la Residencia.

El camino de la vida del Cardenal George comenzó y terminó en Chicago. Él fue un hombre de una gran valentía que superó muchos obstáculos para llegar a ser sacerdote. Cuando se unió al sacerdocio no buscó una posición cómoda; en lugar de esto se enroló en una orden misionera, los Oblatos de María Inmaculada, y sirvió al pueblo de Dios en circunstancias difíciles ? en África, Asia y alrededor del mundo.

Ciudadano orgulloso de Chicago, se convirtió en líder de su orden y volvió a viajar lejos de casa, sin dejar que sus limitaciones físicas moderaran su celo por llevar la promesa del amor de Cristo, a donde más se necesitaba. Cuando fue ordenado obispo, sirvió fielmente, primero en Yakima, donde aprendió español para estar más cerca de su pueblo.Luego se desempeñó en Portland, donde pidió a la gente que continuara enseñándole cómo ser un buen obispo.A cambio, se comprometió a ayudarlos a ser buenos misioneros.

El Cardenal George era un líder respetado entre los obispos de los Estados Unidos.Un ejemplo de esto fue cuando la iglesia tuvo que enfrentarse al grave pecado del abuso sexual clerical y él se mantuvo fuerte entre sus compañeros obispos e insistió en que la tolerancia cero era la única vía consistente con nuestras creencias.

Sirvió a la Iglesia universal como cardenal y ofreció su consejo y apoyo a tres Papas y a sus colaboradores en las congregaciones romanas.De esta manera, contribuyó a la gestión institucional de la Iglesia en todo el mundo.

Aquí en Chicago, el cardenal visitó todos los rincones de la arquidiócesis, en donde habló con los fieles y trató con bondad cada interacción.Se dedicó a cumplir una agenda llena de compromisos, eligiendo siempre atender a la iglesia antes que a su propia comodidad y al pueblo antes que a sus propias necesidades.En fechas recientes hemos sido testigos de su valentía al enfrentar las crecientes dificultades que le causó el cáncer.

Prestemos atención a su ejemplo y seamos un poco más valientes, un poco más firmes y mucho más amorosos. Esta es la forma más segura de honrar su vida y celebrar su regreso a la presencia de Dios.

Ahora que celebramos en estos días de Pascua nuestra nueva vida en el Señor resucitado, ofrezcamos juntos, ustedes y yo, consuelo a la familia del Cardenal George, especialmente a su hermana, Margaret, asegurándoles nuestras oraciones, dando gracias a Dios por su vida y por sus años de dedicación a la Arquidiócesis de Chicago. Oremos para que Dios traiga a este siervo bueno y fiel a la plenitud de su reino.

Que el Cardenal George descanse en paz.(RELIGION DIGITAL)