Sin pretender condenar en general el islam, recordó el drama de las persecuciones de los cristianos en muchas partes del mundo, desde Kenya hasta Medio Oriente. Es «absurdo», afirmó el purpurado, hacer la ecuación «migrante = criminal». En cuanto a Europa, «cuando mueren los cristianos, siempre da la idea de estar un poco cansada, olvida sus orígenes cristianos».


«El fenómeno de las migraciones casi espanta en este periodo», afirmó Vegliò. «Yo no recuerdo que en el pasado hubiera tantos elementos al respecto como en este periodo: cada día se dan estos desembarcos, estas fugas, estas muertes. El fenómeno de las migraciones es, de por sí, una cuestión muy seria, y, si se añaden otros elementos, como el elemento religioso, quiere decir que el problema se hace mucho más complejo».


¿Hay un problema religioso?

«Incluso con toda la cautela necesaria, porque hay que entender cómo sucedieron verdaderamente los hechos, lo que sucedió es un acto que debe ser condenado absolutamente: matar a uno que viaja contigo para salvar su vida y buscar una vida mejor es muy triste. Sin querer con ello hacer una condena en general del islam. Desgraciadamente existe esta tendencia en este periodo. Pero a veces se vuelve difícil defender el islam, la gente sabe estas cosas concretas y no conoce las cuestiones teológicas o la doctrina. Hay reacciones que no son para nada buenas. No se puede condenar todo, hay que distinguir a los grupos de fanáticos, pero es un fato execrable, y es innegable que hay persecuciones contra los cristianos. Al mismo tiempo, además de condenar un acto semejante, cuando ni siquiera en una situación trágica los hermanos se quieren, está el aspecto religioso. No debemos olvidar la persecución contra los cristianos. El Papa habla a menudo de ella. Es una cosa muy seria, es un fenómeno que ha aumentado mucho. Me viene a la memoria lo horrible que sucedió en Kenya: últimamente vinieron los obispos de Kenya en “visita ad limina”: son cosas verdaderas las que leemos en los periódicos. Ahora –añadió Vegliò– tal vez me gustaría decir una maldad: recuerdo que cuando fue la masacre en Charlie Hebdo, hicieron una gran manifestación en París, con un millón de personas, con jefes de Estado en primera línea. En cambio, cuando estas cosas suceden contra los cristianos, a veces se da o no la noticia. Esto no me gusta, deberíamos hacerlo notar». Según Vegliò, «cuando mueren los cristianos, Europa da la idea de estar un poco cansada, olvida sus orígenes cristianos». (VATICAN INSIDER)