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Armenios: Turquía replica a histórica posición papal
14 - 04 - 2015 - CULTURA - Política

Ya Juan Pablo II había reconocido la masacre del pueblo armenio como un “genocidio” y no casualmente Francisco optó por citar una declaración conjunta firmada en 2001 por el Papa polaco y el catholicos Karekin II.El gobierno turco acusa al Papa de promover el racismo , los armenios por su parte lo elogian.

Turquía replicó con irritación y dureza. La embajada de ese país ante la Santa Sede calificó de “inaceptables” y “una calumnia” las palabras del Papa, que este domingo definió la matanza de los armenios de 1915 como “el primer genocidio del siglo XX”. Una reacción previsible, considerando la consolidada postura de Ankara que propone un revisionismo histórico, mientras Armenia empuja hacia un nuevo escenario que le permita alcanzar soluciones políticas. Con una apuesta concreta: el desbloqueo de las fronteras.

“El genocidio es un concepto jurídico, las reivindicaciones no satisfacen los requisitos de ley, aunque se busque explicar sobre la base de una difundida convicción, siguen siendo calumnias”, indicó, la mañana de este lunes, una nota de la embajada turca la cual sostuvo que, durante la misa por el centenario de los mártires armenios celebrada por Francisco en la Basílica de San Pedro, “la historia fue instrumentalizada para fines políticos”.

“El Papa, en su declaración, se refiere a los trágicos eventos que han tenido lugar en Bosnia y en Ruanda como ‘homicidios de masa’, que son reconocidos como genocidios por los tribunales internacionales competentes. Él, empero, llama los eventos de 1915 un ‘genocidio’ no obstante la ausencia de tal sentencia del tribunal competente. Esto es significativo. No es posible explicar esta contradicción con los conceptos de justicia y de conciencia”, añadió.

En Roma ya se esperaba la réplica de Ankara. Desde hace varios días la diplomacia turca estaba preparada para reaccionar. La embajada ante la Santa Sede había convocado una conferencia de prensa para el domingo, poco después de la misa del Papa. Pero el viernes fue suspendida y su titular, Mehmet Pacaçi, llamado a su país para consultas.

La “irritación” del gobierno turco la expresó el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, al nuncio apostólico Antonio Lucibello, convocado de urgencia el mismo domingo. Mientras el mismo ministerio definió las palabras de Bergoglio “lejanas de la realidad legal e histórica”.

Pero Francisco sólo dio seguimiento a una histórica posición papal, ya puesta por escrito el 9 de noviembre de 2000 por Juan Pablo II y el Catholicos Karekin II, jefe de la Iglesia apostólica armenia. Un año después, ambos firmaron una declaración conjunta que incluyó la expresión: “El exterminio de un millón y medio de cristianos armenios, que generalmente es definido como el primer genocidio del siglo XX”.

Aquella misma frase adquirió un valor de definitivo reconocimiento al ser citada por el Papa en la basílica vaticana. No sólo por el lugar, sino también por el contexto litúrgico puntual. Una misa solemne llena de gestos simbólicos: La declaratoria del santo armenio Gregorio de Narek como “doctor de la Iglesia”, para presencia de los patriarcas y del presidente, los cantos de la tradición armenia. Incluso el librito para seguir la celebración incluyó el título “Misa por el centenario de los mártires armenios”, por voluntad directa del pontífice.

La convicción de Jorge Mario Bergoglio sobre la gravedad del genocidio armenio viene de su tiempo como arzobispo de Buenos Aires, explicó al Vatican Insider Alberto Djeredjian, presidente del Centro Armenio argentino y organizador de una delegación de 200 integrantes de esa comunidad que viajaron al Vaticano para la misa.

“Cuando él Papa era el primado de la Iglesia católica en la Argentina estaba muy cerca de nosotros y siempre adhirió al reclamo del genocidio armenio. Para nosotros no es una novedad. La misa en homenaje a los mártires es un elocuente mensaje que el Papa nos da. No creo que haga falta decir nada más”, señaló.

“Los acontecimientos que se produjeron son ampliamente conocidos, los nombres que les queramos poner es una cuestión menor frente a los hechos. Hubo delitos de lesa humanidad. Murió un millón y medio de personas, fue una decisión del Estado aplicar una política de exterminio”, agregó.

Sostuvo que el centenario impone la reflexión sobre cómo se puede resolver un asunto pendiente, de la manera más justa. Consideró que Turquía aplica una “estrategia de dilación” al proponer un “revisionismo histórico” porque, quizás, le resulta difícil cambiar de posición después de tanto tiempo.

Y avanzó: “Desbloquear las fronteras sin condicionamientos podría ser un paso importante, que permitiría dar sucesivos pasos a partir de ahí. El Papa podría llegar a ser un mensajero que establezca puentes y lazos. Su compromiso con la solución de conflictos nos invita a pensar que él podría ser una persona que facilite esta solución. A Turquía eso le abriría muchas puertas y para Armenia representaría el reconocimiento de los abusos que padeció”.(VATICAN INSIDER )

Los turcos fastidiados los armenios satisfechos

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, acusó al papa Francisco de promover el racismo en Europa con sus declaraciones del domingo, cuando afirmó que los armenios fueron las víctimas del “primer genocidio del siglo XX”. Las palabras del pontífice fueron “funestamente elegidas, equivocadas y absurdas”, afirmó el jefe gubernamental.

Según el primer ministro turco, esas declaraciones se basan en una “interpretación errónea de la historia. Al mismo tiempo, contribuyen al aumento del racismo en Europa”, agregó Davutoglu.

En una misa realizada en la Basílica de San Pedro, con motivo de la recordación del centenario de la masacre de armenios por parte del Imperio Otomano, el papa Francisco se refirió el domingo a ese episodio como “el primer genocidio del siglo XX”. Le siguieron los cometidos por el “nazismo y el estalinismo”, sostuvo.

Tras su mensaje, el Ministerio de Exteriores turco convocó al nuncio apostólico del Vaticano acreditado en Turquía y poco después llamó a consultas a su embajador en el Vaticano.

Los armenios consideran un genocidio la persecución del Imperio Otomano contra su pueblo.

Durante la Primera Guerra Mundial, millones de armenios fueron expulsados del territorio otomano y muchos de ellos asesinados. Según distintas fuentes históricas, las deportaciones llevadas a cabo en 1915-1916 provocaron la muerte de entre 200.000 y 1,5 millones de personas.

Turquía, sucesora jurídica del Imperio Otomano, rechaza referirse a los hechos en términos de genocidio y asegura que los otomanos lucharon contra la sublevación en su territorio de las milicias armenias, respaldadas por el gobierno ruso.

Según el Ministerio de Exteriores turco, el Gobierno de Ankara habría deseado que el Papa orase por todas las víctimas de la Primera Guerra Mundial, “sin diferenciar entre cristianos, musulmanes o judíos”.

Por el contrario, el presidente armenio, Serzh Sarsyan, alabó las palabras del papa como una “fuerte señal” a la comunidad internacional de que un genocidio que no se condena representa un “peligro para toda la humanidad”.

La referencia de Francisco, gratamente recibida por los armenios, dio un significativo impulso y visibilidad a este atávico reclamó de Ereván y la diáspora armenia, calculada en unos 8 millones de personas por todo el mundo, y pocas horas después que la Comisión Europea (CE) instara a Turquía y a Armenia a promover más pasos para concluir su reconciliación y normalizar sus relaciones diplomáticas. (DPA-Télam)