El religioso recordó lo que había afirmado Juan Pablo II en la «Evangelium Vitae» e insistió en que es cada vez más evidente que hay otros medios que no son la pena de muerte «para defender las vidas humanas del agresor y para proteger el orden público y la seguridad».
Citando a Papa Francisco, también recordó la «posibilidad de la existencia del error judicial y el uso que hacen de él los regímenes totalitarios y dictatoriales, como instrumento de supresión de la disidencia política o de persecución de las minorías religiosas y culturales».
Mons. Tomasi también subrayó el hecho de que «no resulta ningún efecto positivo de la aplicación de la pena de muerte y que la irreversibilidad de esta pena no permite eventuales correcciones en caso de errores judiciales».
El religioso además exhortó a «mejorar las condiciones de detención, con el objetivo de garantizar el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de su libertad». (VATICAN INSIDER)