Víctimas de abusos sexuales de religiosos en América se unieron el lunes para exigir al papa Francisco que tome acciones efectivas y someta a la justicia civil a los responsables y encubridores de esos crímenes, considerando que no bastan sus "buenas palabras".
       "Le exigimos al Papa que, por lo menos, cumpla lo que está diciendo porque para dar titulares todos somos buenos. ¡Ya basta de titulares!", manifestó en una rueda de prensa en Ciudad de México el chileno Juan Carlos Cruz, víctima de pederastia, confesándose "profundamente traicionado" por el pontífice argentino.
       Unidos en una incipiente red que enlaza a víctimas de Argentina, Chile, Estados Unidos, México, República Dominicana o Perú, los damnificados enviaron una carta conjunta a Francisco en la que recalcan que "no bastan las palabras" ni los gestos "ambiguos y contradictorios" que creen que ha expresado públicamente ya que "no generan procesos institucionales hacia la verdad y la justicia".
       Sólo reformando estructuralmente la institución y sometiendo a las leyes civiles a los clérigos "comenzará el final de ese gran holocausto de miles de niñas y niños sacrificados para evitar el escándalo y salvaguardar la imagen y el prestigio de los representantes de la Iglesia católica en el mundo", destaca la misiva.
       Desde su elección en marzo de 2013, el papa Francisco ha defendido la "tolerancia cero" contra los curas abusadores y se ha comprometido a luchar contra la pederastia.
       Entre 2011 y 2012, bajo Benedicto XVI, el Vaticano decidió suspender a 400 sacerdotes por abuso de menores, que están siendo sometidos a procesos judiciales en la Santa Sede sin el testimonio ni el conocimiento de las víctimas y sus abogados, denunciaron.
       "El Papa podría parar esta situación, pero rehúsa tomar acciones al respecto" y seguir las recomendaciones que emitió recientemente la ONU, dijo en videoconferencia desde Estados Unidos la presidenta de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP), Barbara Blaine.

En Chile

Un total de 51 diputados de Chile firmaron una carta para pedir al papa Francisco que se revierta el nombramiento del obispo de Osorno, Juan Barros, misiva que fue entregada hoy por el diputado socialista, Fidel Espinoza, en la embajada chilena en Roma.
El nuevo obispo de la diócesis de Osorno, ciudad ubicada a 940 kilómetros al sur de Santiago, es acusado de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote chileno Fernando Karadima.
"La carta tiene como objetivo condenar los actos de abusos sexuales en la iglesia, como lo ha hecho el Papa" y, por tanto, "creemos que él debe tener la información suficiente para revisar esta nominación", señaló a radio Bío Bío el legislador Espinoza.
La designación, que según el congresista "es una vergenza" para este país, fue anunciada por la Santa Sede el pasado 10 de enero.
El obispo de Osorno es uno de los cuatro integrantes del Episcopado formados por el expárroco Fernando Karadima, y que debió declarar durante la investigación de abusos sexuales cometidos por este último.
Karadima, un influyente sacerdote octogenario que formó, además, a casi medio centenar de sacerdotes, fue considerado en febrero de 2011 por el Vaticano culpable de cometer abusos sexuales y lo condenó a una vida de oración y penitencia.

Además, en noviembre de 2011 la Justicia chilena determinó que el religioso cometió abusos contra cuatro feligreses entre 1981 y 1995, cuando tres de ellos (Juan Carlos Cruz, Jimmy Hamilton y José Andrés Murillo) eran menores de edad, aunque consideró que los delitos habían prescrito.
Hace cerca de una semana, Juan Carlos Cruz, reveló que presentó una denuncia ante la Nunciatura Apostólica en Santiago de Chile contra el recién nombrado obispo de Osorno.
En una carta enviada el pasado día 3 de febrero al nuncio apostólico en Chile, Ivo Scapolo, Cruz, quien reside en Estados Unidos, denunció que Juan Barros "hizo todo el trabajo sucio de Fernando Karadima" y lo acusó de amenazas a seminaristas, encubrimiento de abusos sexuales y ruptura del secreto de confesión.
En esa oportunidad, Cruz recordó que el papa Francisco pidió a los responsables religiosos católicos en todo el mundo que no encubran los casos de pederastia.

En esta línea, criticó a los cardenales chilenos Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati porque, porque en su opinión, no se han apegado a estas directrices.
Errázuriz forma parte de los ocho cardenales que el papa Francisco seleccionó para que le aconsejen en el Gobierno de la Iglesia y para que estudien un proyecto de revisión de la Curia Romana, una iniciativa que el Vaticano anunció en abril de 2013.
"Ricardo Ezzati y el nuncio apostólico, Ivo Scapolo, tienen mucho que ver en este tema. El nombre de Barros no llegó al despacho del Papa así como así, sino que fue una propuesta que emana de nuestro país y que el Papa, sin tener toda la información, la ratifica", dijo el diputado del PS.

Agregó que el Papa "confió en ellos (Ezzati y Scapolo), le han faltado la confianza al propio Papa".
El parlamentario chileno se reunió hoy con la embajadora en funciones de El Vaticano, Patricia Ríos, y en la cita le entregó la carta, "con lo que se garantiza en un 100 % que ésta llegará a manos del Sumo Pontífice", detalló Espinoza.
El diputado, que elogió la forma en que fue recibido por Ríos, recordó que en Santiago ocurrió todo lo contrario, ya que en la Nunciatura Apostólica, la misiva fue recibida "por la señora encargada de las labores domésticas". VALORES RELIGIOSOS)