La llamada pública ha sido citada en el Oriental Morning Post. El funcionario parece olvidar los más de 35 años de violencia en nombre de la horrible ley del hijo único y explica que "tener hijos conlleva tantos beneficios, antes que todo la estabilidad familiar y el desarrollo social".

Su intervención, ha explicado, "nace del hecho que sólo el 5% de las mujeres que podrían tener dos hijos han pedido la autorización al gobierno. Este número es demasiado bajo y nos pone a todos en riesgo.

Según los datos de la Oficina nacional de estadísticas, Shangai es la primera ciudad china en afrontar el drama del envejecimiento de la población.

A comienzos del 2016, según la proyección del gobierno, el 30% de los habitantes locales (sobre 4,35 millones de personas) tendrán más de 60 años.

Si no se invierte la tendencia y no aumentan los nacimientos, no habrá más trabajadores capaces de sostener con la tasa el sistema pensional y aquel del bienestar.

Desde 1979 China ha practicado - a la fuerza y con violencia - la política de un sólo hijo por familia para concentrar la nación sobre el desarrollo económico.

Se permitió a algunos grupos étnicos tener 2 hijos y a los campesinos tener dos si el primero era una niña. La aplicación de la ley ha sido fuertemente violenta, con multas exageradas a los infractores y finalmente esterilización forzada y abortos hasta en el noveno mes de gravidez.

El respeto a la ley y la cuota de población era compensado con beneficios para funcionarios y dirigentes de planificación familiar dando lugar a la corrupción y abusos.

Una reforma introducida en diciembre de 2013 permite a su vez a las parejas en la cual uno de los dos miembros tiene ya un hijo tener dos hijos. En cada caso la nueva política ha sido limitada desde el punto de vista geográfico: sus beneficios en el primer año son sólo para los habitantes de Beijing, Jiangxi, Anhui, Sichuan, Guangdong y Jiangsu. En el 2015 se abrirá a nuevas provincias, exceptuando exclusivamente Tibet y Xinjiang.

Para mitigar un poco los daños inminentes, algunos expertos en demografía sugieren al gobierno alentar el control sobre la migración interna y permitir a los trabajadores de otras provincias establecerse en Shangai.

Debería facilitar el flujo de hukou, el certificado de residencia que garantiza seguro médico e instrucción gratuita a los ciudadanos chinos saludos del lugar de nacimiento.

Liang Zhongtang, de la Academia de Ciencias sociales de Shanghai, ha pedido al ejecutivo reformar el sistema: "Solamente en este modo podemos atraer trabajadores capaces de sostener el mercado y contribuir más a la economía local. La situación es urgente, vista la disminución de ciudadanos".(RELIGION EN LIBERTAD)