Es radical y sin apelo la condena y el rechazo del fanatismo islamista expresada por Ahmed al-Tayyeb, Gran Imán de Al-Azhar, en el discurso de apertura de la Conferencia Internacional organizada en la Universidad de El Cairo -considerada el centro teológico más importante del islam sunita- para reflexionar sobre la controvertida cuestión de la relación entre el mundo islámico y el extremismo con aspecto islámico.

En el congreso están participando 700 académicos y representantes de políticos, sociales y religiosos -incluyendo algunos líderes de las comunidades cristianas de Oriente- de 120 países.

En su discurso -según han informado fuentes locales consultadas por la agencia Fides- el Gran Imán al Tayyeb ha señalado que toda ideología terrorista justificada con referencias al Islam se basa en una comprensión distorsionada y manipulada de los escritos del Corán.

Ha anunciado que al Azhar tiene planes para hacer frente a este fenómeno, devastador para el mismo islam, desde diferentes puntos de vista, con la promoción de los estudios dirigidos a refutar y poner freno a la manipulación de los escritos del Corán y con la inauguración de cursos de formación que puedan proporcionar a los imanes argumentos claros y convincentes para rechazar las teorías aberrantes de los yihadistas y sus intentos de infiltrarse en las mezquitas.

Después del discurso inaugural de al Tayyeb, el segundo en tomar la palabra en la conferencia ha sido el patriarca copto ortodoxo Tawadros II, primado de la Iglesia numéricamente mayor entre las asentadas en los países árabes.

En su discurso, el papa Tawadros también ha reiterado que la violencia y el terrorismo practicado por las facciones islamistas son incompatibles con las enseñanzas del Corán.

El patriarca copto ha definido al Islam como una religión de tolerancia, que como tal no tiene ninguna responsabilidad en las atrocidades cometidas por los yihadistas en el nombre del islam.

Durante su reciente viaje a Turquía, en su discurso en Ankara en el Departamento de Asuntos Religiosos (Diyanet), el Papa Francisco ha recordado que todos los líderes religiosos tienen “la obligación de denunciar todas las violaciones de la dignidad y de los derechos humanos” y, especialmente, “la violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena, porque el Todopoderoso es el Dios de la vida y la paz”.

El takfirismo es un movimiento sectario fundado en 1971 por Mustafá Choukri, que consideraba como socavada por la incredulidad a toda la sociedad islámica, y definía herejes a todos los musulmanes que no compartían su punto de vista. El asesinato de estos por tal motivación, sus seguidores lo consideran lícito.(ALETEIA)