Los requisitos que tendrán que cumplir será el superar una prueba de conocimiento de lengua, cultura y costumbres que será gestionada por el Instituto Cervantes y la recopilación de la documentación será encargada a notarios que valorarán certificados como el del presidente de la comunidad judía de la zona de residencia del interesado, su partida de nacimiento, de matrimonio, o el apellido «de linaje sefardí», como elemento adicional.
Sefardies o judíos españoles
La diáspora sefardi empieza ya a finales del siglo XIV, cuando la oleada de asaltos a juderías y matanzas de 1391 impulsaron al exilio a un cierto número de judíos, que se refugiaron mayoritariamente en las comunidades judías que ya existían en el Norte de África.
Posteriormente y con la expulsión de los judíos de Castilla y Aragón por los Reyes Católicos se produjo la diáspora de un contingente de cerca de cien mil judíos, que fueron a asentarse en algunos lugares de Europa (Italia, el sur de Francia o Portugal), en el reino de Marruecos, o en las tierras del Mediterráneo Oriental que pertenecían al entonces pujante y extenso imperio otomano.
Algunas de estas comunidades han conservado la lengua española y tradicionalmente conservan la cultura y la idiosincracia de su origen. Por ello y por la “intensidad afectiva” que siente hacia España el Congreso de los Diputados ha iniciado el trámite para reconocer su nacionalidad española.(ALETEIA)